Me estoy poniendo viejo. Por eso trato de sonreír día a día lo más que puedo mientras aún me quedan dientes. Y esa malamaña de mi madre de comprar velitas individuales para el pastel de cumpleaños hacen de cada 28 de noviembre un conato de incendio. En 5 años podré mandar señales de humo desde la sala.
«Sabía que esta shit iba a pasar algún día».
Por eso hoy decidí que todo los jueves empezaré una nueva tradición camino a la vejez inminente. Recordaré el pasado y cómo aquellos tiempos eran mejores y todas esas sopladas que mis nietos probablemente dirán a sus nietos y así sucesivamente hasta que se congele el sol.
Empezaré por enumerar aquellas cosas que extraño de los 90´s por que son difíciles de recrear hoy. Y ya que hablamos de cumpleaños…
5. En los 90´s se te podía olvidar el cumpleaños de alguien y pasar desapercibido.
«Se me olvido hasta el nombre…bahhh, ni que fuera una máquina». Así empezó todo.
En aquel entonces lo común «para las niñas» sobretodo, era anotar el cumpleaños de la gente importante en su agenda, calendario o cuaderno corsario decorado con el artista pop del momento en la portada (nunca entendí esa práctica bien, pero bueno así era la vaina).
Para los niños era algo distinto. Se te olvidaba y punto. Andabas a lo salvaje por la vida, recojiendo mangos, sembrando maíz, cuidando puercos…no esperen, eran los 90´s, no 1930. Corrijo, andabas muy ocupado soplando tus cassettes de Nintendo pa’ ver si aún servían después de usarlos 14 horas seguidas.
«No sé que quieres de mí si ya te dí todo lo que tenía. Y no me soples que no soy tan fác…¡uhhh! Rico.
Hoy eso ya no se puede. Facebook, Twitter, Google Plus (zzzzz), Tus primas, el celular de tus primas, Instagram, Redit, Badoo y cuanta shit ha salido se encargan de hacerte quedar como un soquete (palabra ochentera) cuando te sales con una excusa como: «Es que no sabía awe, como casi no me conecto». Vamos….vamos.
El internet te delata. Pero también te desvela y por alguna razón eso sí me gusta. 100 puntos para el internet.
4. En los 90´s escuchabas radio toda la tarde solo para grabar tu canción favorita en un Cassette.
«Hellow…Is it me you are looking for»
Parece raro extrañar algo que dependiendo del DJ, la programación y el día podía pasar de ser una tarde placentera a un martirio. Sin embargo el simple hecho de esperar toda esa tarde para que pusieran mi canción favorita me hacía descubrir música rara y eso era un «Flowww!» (no se si aún se usa esta palabra pero me vale). Y aún cuando en aquel entonces la payola y todo ese relajo ya estaba de moda siempre se colaba algún tema que te hacía decir: «wouuuu, eso suena interesante».
No, tu no. Definitivamente no…Lo siento pero no.
Después de grabar tu canción era complicado editar. No todo el mundo tenía acceso a programas de edición de sonido digitales como ahora. Así que probablemente tu mezcla era una soberana porquería. Pero era tu soberana porquería y al que no le gustara… ¡SUCK IT! (pregón noventero)
Hoy con los mp3’s, flacs, wav y toda la gama de archivos digitales de baja y alta calidad, lo único que hay que hacer es descargar tu música favorita del internet y listo. No hay tanto drama. Y es muy probable que ningún niño pida para navidad una de estas…
Me tocó heredar la de mis tíos.
Se me olvidaba que en los 90´s si no querías grabar la música tu mismo habían opciones como Triple S o Sony Tape que te hacían tu cassette. Esperabas 2 semanas la entrega (o cuando les picara el testículo izquierdo) y listo.
Haber que más extraño de los 90´s hoy…mmmm…Oh sí.
3. En los 90´s los mensajes de texto eran origamis.
«Dile a Verónica que…dile que….ashhh, me da pena. Llévale esta vaina».
Mucho antes de la entrada de los teléfonos celulares y los mensajes de texto el adolescente promedio tenía que ser muy hábil con las manos. Habilidad que le sería útil para muchas situaciones de la vida…jejejeje
En aquel entonces éramos educados para ingeniárnosla a la hora de comunicarnos. Y una de las maneras más comunes de comunicación eran los mensajes enviados en papel de cuaderno, pasados de mano en mano hasta llegar a su destino. Y dependiendo de lo que llevaba el mensaje, ser interceptado por un profesor o alguien indeseado… podía ser fatal.
«Como así que la ticher necesita un kilo de NEPE. ¿QUÉ ES NEPE?…¿Y PORQUÉ UN KILO?»
Hoy con la facilidad que nos da el Whatsapp muchos niños en edad escolar han perdido esta habilidad. No quiero que me malinterpreten, adoro a Whatsapp, es lo mejor que ha pasado en el mundo después de Alizée (Video pa los curiosos…y lujuriosos). Pero por alguna razón igual siento que la adrenalina, la tensión y la expectativa que causaba el enviar uno de estos mensajes, es un sentimiento imborrable y que se ha quedado conmigo todos estos años…como la cicatriz esa de tu primera vacuna.
Hasta las veces que me interceptaron valieron la pena. ¡NEXT!
2. En los 90´s cualquier problema podía resolverse con Piedra, Papel o Tijera.
«Ok. Si esto no funciona entonces hay que jugar ruleta rusa ¿Les parece?».
Me gustaba la misma niña que ha mi mejor amigo y no sabíamos como resolverlo…Piedra, Papel o Tijera.
Había caído una bola de fut en la casa del vecino más anciano y amargado de todos y había que decidir quién sería el valiente que la pediría de vuelta…Piedra, Papel o Tijera.
Le eché tinta china a la ropa blanca para ver si el Detergente la limpiaba como en el comercial…nah de esta no me salvó nadie, me dieron una rejera ÉPICA.
y me la merecía.
Piedra, Papel o Tijera era en aquel entonces la herramienta mediadora más útil y eficaz anti – golpes. Ganabas una de estas y ya. Por lo general todo el mundo aceptaba sus resultados. Eran como la constitución, todo el mundo la respeta…ojalá esa fuese una buena analogía.
El punto es que eran otros tiempos y todo se resolvía con este simple juego. Tijera corta Papel, Roca destruye Tijera y Papel le gana a Roca…aunque esta última nunca me gusto. Papel no le gana a roca. Si le pido a alguien que se ponga un papel en la cara y le tiro una roca en la cara quiero ver quien va a perder.
El punto es que aunque he visto niños jugando Piedra, Papel o Tijera hoy en día, son más los niños que no conocen este deporte que para mí merece una liga, con estadios y toda la cosa. Por que si el Curling es un deporte olímpico porque demonios Piedra, Papel o Tijera no puede serlo.
Curling…¡Fuck curling!
1. En los 90´s el cine para mi era magia.
Como la de este truco a través de la televisión…¡SÓLIDO MAN! (que asco de pregón ¡demonios!)
Y aunque puse al gran David Copperfield en la foto de entrada no me refiero a ese tipo de magia. Me refiero a la magia del Cine, los efectos especiales, el detrás de cámara y como uno nunca se enteraba de cómo lo hicieron.
En esta década no había mucha información a la mano antes de que fuese lanzada una película nueva. La Magia del Cine era un programa de TV y lo esperabas con ansias para saber que hacían esos magos detrás de las cámaras, aún cuando no te decían mucha vaina. Y luego cuando llegabas y veías dinosaurios frente a ti…te querías mear.
«¡Me cago en la…!» – Frase original utilizada la primera vez que vi esta película a los 10 años. ¿Han pasado 20 años de esta shit?…Demonios
Antes había mucho hermetismo y nadie se exponía tanto con el fin de vender un producto. Había que esperar… y esperar…y esperar. Creando mucha anticipación. Era difícil que algo se filtrara y cuando finalmente aquello que esperabas tanto salía solo habían dos opciones: O llorabas de la felicidad o te cortabas las venas de la rabia…no mentira, ja, te cortabas la yugular. Así era más fácil.
Hoy siguen saliendo buenas películas, pero tanto los trailers, como las fotos con celulares, los avances y todo ese relajo hace que haya desaparecido un poco la magia de antes. Sobretodo los trailers que te lo cuentan todo en 2 minutos, a veces hasta están mejores que las películas.
Y no, no estoy en contra del progreso y sigo siendo fan del cine. Es solo que extraño el feeling de no saber mucho y solamente sentarme a admirar como idiota como el T-1000 de Terminator 2 se regeneraba dizque: «Blub, Blub, Blub» o algo así.
«uhhh, esta regeneración esta complicada…¿Alguien tiene Masking Tape?»
Y esas son 5 de las cosas que extraño de esa maravillosa década en la que crecí…los 90’s. Aunque, el futuro no pinta nada mal tampoco. ¡VIENE EL MUNDIAL! ¡YEIIIIII! (soy fan de todo…menos del curling).