En Panamá hay alrededor de un millón 474 mil 440 panameños adultos con sobrepeso u obesidad, lo que equivale al 60 por ciento de la población, según un estudio del Minsa en 2011, y con esto ya tenemos razones para preocuparnos.
Empezamos con estas estadísticas para que vean que nuestra próxima teoría sobre las razones por las que hay obesidad en Panamá no estan hechas para joder o hacer bulling. Este tema surgió en una conversacion casual, de las que uno ni se imagina tendría rumbos inesperados, cuando mi cuñao empezó a explicarme lo que para él son sus contundentes razones por las que en Panamá la gordura es algo que cada vez se da como algo normal.
En los almacenes de ropa ya es normal ver las constantes tallas grandes, sean de mujeres, niños y señores, lo que nos dice que la gordura está presente en toda su anchura.
Vamos a presentarles este artículo para comprender y entender por qué el panameño de hoy es más obeso que el de muchos años atrás. Recordémos cuando en aquellos tiempos en todos los foto-albumes de la familia nuestros tíos lucían en línea, los papases delgados y los abuelos con buena postura. Hoy incluso hombres jovenes de contextura delgada llevan en sus vientres aquel pequeño depósito de energia calórica llamado panza; también vemos más niños pequeños rellenos de alegría azúcarada. Así que de ese coloquio se nos ocurrieron estas 5 razones, y empezamos.
1 Razón – La cantidad de comida.
Si bien hablando con el Ñao, que ahora sólo tiene una leve barriga él me decía que él nunca fue gordo hasta el día que empezó a trabajar. Que antes se comía bien, que en cada esquina podía encontrar una fonda o un restaurante en donde llegar para comer y que siempre estaba bien alimentado a toda hora. Cuando empezó a trabajar su menú cambió radicalmente, y ya la comida balanceada al estilo panameño no se veía con facilidad. Ahora en toda esquina hay un McDonald’s, un Pizza Hut, un Kentucky, etc, si vas a un Mall, todo te lo dan en grande, el precio es obligatorio, hay refill, y no puedes escoger la comida a tu necesidad, sino porque hay “variedad de menú” y el tamaño va de acuerdo al precio y de paso también el tamaño de la barriga.
Esto me recuerda que por fortuna también tenemos acceso a la comida saludable y sana como la de los restaurantes vegetarianos de los chinos de El Dorado, aún vigente, a los de Vía Venetto y al costado del Jimmy en Via españa, donde a 50 centavos la ración, comías exactamente lo que necesitabas, era barata y te atendían muy bien. Comías sano y sentías saciedad porque era comida natural, pero por otro lado comer y llenar demasiado la barriga con las comidas comerciales hechas con fórmulas que aumentan el paladar y el hambre no es bueno para aprovechar los nutrientes de la comida, la absorción no será mayor si comes más, el cuerpo sólo aprovechará lo que necesita, así que en resumen, comes de más sólo por gula y pagas de más por engordar.
La obesidad en los pelaos tambien va de la mano del consumo de la comida rápida. Los refill, el agranda combo, el tener que salir cada fín al Mall y comer en uno de los 3 restaurantes mencionados arriba como recompensa por ganar buenas notas, o sólo salir a distraerse con la familia. Añadamos los cereales azucarados y soplados, que contienen más azúcar que nutrientes, los jugos casi-naturales, los poco nutritivos nuggets, lo que nos lleva al siguiente pensamiento. Antes, las familias se reunían los fines de semana, las mamases cocinaban, hacían un sopón de carne, unos espaguettis con bola, unas carnes asadas y comían los hermanos, los primos y las parejas junto a los abuelos unidos en familia. Costumbre casi perdida hoy día por el individualismo promovido por los Malls. Ah, y se ahorraba mucho dinero.
2 razón – El valor alimenticio
Una fruta, una comida cocida, un tubérculo, plátano o berenjena frita, aún habiendo sido pasada por el calor del aceite o el agua hirviente es saludable, porque como comida se mantienen enteros.
En cambio los alimentos procesados, que por ser “procesados’”, o sea exprimidos, pasados por químicos para de ellos hacer otro derivado diferente pierden valor nutritivo en el camino y por eso se les añade sabor artificial y de paso vitaminas o minerales reemplazando los que una vez poseyeron, sólo para poder durar más tiempo en los escaparates en forma de nuevos productos o enlatados.
Aunque creémos que el precio de los alimentos va vincuados a su valor nutritivo, no lo es, sino que va de la mano por el precio del empaque moderno y el costo del procesado y el hacerlo comestible. Conozcamos algo, y que pocos saben. Sin mencionar marcas, sabemos que mucha de la carne de las hamburguesas no es 100% carne. La pizza tiene queso, pero en realidad es un compuesto de pulpa de madera y papas, los refrescos ya no contienen azúcar natural, fructuosa, o sea azúcar de fruta, sino otras derivadas del maíz y que se metabolizan hacia la sangre con más rapidez causando -si se consumen en exceso- diabetes. Los enlatados contienen exceso de sal o azúcar para disfrazar que se les fue el sabor, los jugos de fruta contienen más azúcar de lo normal. Estamos comiendo “cosas” químicas con imagenes de lo que no son en las etiquetas y al fín y al cabo, no sabes de qué está hecho lo que comes. En cambio, los restaurantes de comida natural y entera panameña han disminuído con los años versus los de comida rápida, que han aumentado con cada Mall que se construye y la proliferación de abarroterías con gaseosas y dulces industriales y panaderías con harinas y azúcar son una opción que no logran nutrir bien al panameño aumentando su consumo de calorías.
Recordemos aquellas costumbres perdidas de antaño donde sin importar la edad comíamos mucha fruta y donde los niños las consumían cuando se las enviaban desde las provincias hacia la capital encajetadas en encomiendas y las que también comían todos los días al quedarse en el interior en época de vacaciones escolares. Nuestra niñez de tiempos atrás era muy saludable. Ciruelas, mangos, papaya, guanabana, coco, agua de pipa, algarrobo, anonas, piña, sandía, caña de azúcar y más frutas que la naturaleza interiorana nos regalaba.
Comiendo iguana grande de río, o sea caimán a la pedrá.
3 Razón – La falta de locomoción, el sedentarismo y la actividad laboral
Dentro de lo más lógico respecto al sobrepeso está el desbalance entre lo que se come y lo que se quema en calorías. Para entender ese desbalance podríamos vernos como un automóvil con un tanque de combustible en forma de globo de fiesta. Si imaginamos que somos un carro al que le encanta la gasolina, pero no rodar mucho, tendríamos después de un tiempo más tanque que carro, por no usar la gasolina.
El poseer y manejar diariamente un automóvil es otra razón, la numerosa cantidad de ellos, los tranques que te inmovilizan por más de dos horas, activar el aire acondicionado y no sudar, el no sudar te llena de toxinas.
En las oficinas el aire acondicionado es otra razón. Panamá como país de servicio tiene a tantos panameños metidos bajo aire acondicionado y a tan bajas temperaturas que parece que los jefes vinieran del polo norte a trabajar y los empleados no pueden quejarse porque en todas partes el nivel del frío proviene de un aire central, el cual no puede regularse. Por eso para poder contrarestarlo la gente guarda calorías en forma de grasa como los osos polares bajo la piel.
Claudia en su primer día de trabajo a dos grados bajo cero…en unos meses hablamos.
¿Y por qué hay tantas mujeres y hombres requetegordos en los barrios y no necesariamente estan bajo aire acondicinado?
En ese caso el parecido está en que no hacen ejercicio, paren numerosos hijos, bajando la calidad de lo que comen, ingestan más calorías de lo normal y no tienen como quemarla y otra cosa más, la falta de lectura. El cerebro es un excelente quemador de grasa y mientras más lo usas más en línea te pones, así que ese tambien necesita hacer ejercicio. Por eso vemos que los únicos panameños qu están en línea son los indios Gunas, Emberás y la gente costeña que comen mariscos, pescado, coco y frutas frescas, que les mantiene delgados y saludables y que además se mantienen en constante actividad física.
4 Razón – Las costumbres de consumo.
Otra razón es el cómo empleamos el tiempo libre, cada vez más el panameño está adquiriendo costumbres de consumo como en los Estados Unidos, país con alto indice de obesidad, tanto que ya es un problema de salud nacional. La proliferación de Malls que han sido estudiados para hacer que la gente gaste más y coma más, haciendo caminar mucho a la gente dentro de ellos y donde es obligatorio comer lo que ahí se vende, donde el alto consumo de azúcar y grasas es mandatorio.
Los artículos favoritos que se compran son los grandes televisores para ver internet y TV por cable y consumir videojuegos. Costumbres que llevan a mantenernos físicamente menos activos. Ver TV y comer frente al televisor esta comprobado que engorda, ya que comemos más sin medirnos y terminamos borrando la bolsa de popcorn, la pizza entera hasta antes que se acabe la película y los nachos vuelan.
Las horas de despertar para ir al trabajo, el breve tiempo que queda para comer hacen que comas cualquier cosa para ahorrar tiempo, desde un cereal con leche que no nutre, hasta un emparedado pasado por el microondas. Ya en el trabajo en las horas del almuerzo el tiempo no alcanza para hacer bien la digestión. Y hay problemas en comer saludablemente fuera de casa, porque la comida sana debe comerse fresca y el precio de esa comida sana es más cara porque es difícil de conservar fresca al manipularla para la venta. La ansiedad sobre la inseguridad en el trabajo, que te lleva también a comer demasiado es otra causa de obesidad.
5-Razón – A nadie le importa, todos somos felices como Dios nos trajo al mundo.
El remordimiento por obesidad no es un problema para el panameño. Siempre hemos comido lo que nos gusta, y del patio tenemos todo tipo de comidas que engordan, las changas de maíz, el chicharrón, las frituras, el chorizo de puerco, los tamales, los bollos preñados y más cosas que nos agrandan la ropa. Pero comer todo esto engorda porque que ya no tenemos las mismas costumbres que nos mantenían en línea décadas atrás.
La gente caminaba más en la calle, el trabajo físico era más abundante, la comida en sí no era altamente engordante, la gente no perdía más horas en un tranque sentada sin hacer nada. Nos moviamos más. En conjunto hay tantas causas directas e indirectas que nos mantienen obesos y con pocas oportunidades de cuidar nuestra salud.
Ya me dió hambre….
Y la obesidad trae más problemas a futuro. Porque es causante de una variada cantidad de males físicos. El constante consumo de azúcar fuerza el páncreas a trabajar demasiado desencadenado la diabetes tipo 2, problemas de los riñones por el excesivo consumo diario de bebidas gaseosas, problemas cardiopáticos por el alto consumo de grasas polisaturdas, en fin futuros problemas de salud que hacen de la Caja del seguro social el infierno que es hoy día, mientras el ministerio de Salud se la pasa peleando por obtener parte del monopolio del poder millonario que representan los contribuyentes asegurados. Conociendo que la C.S.S. es una entidad autónoma que genera tanto dinero como el canal de Panamá.
Una foto familiar bien posada para ilustrar, faltan los tamales y la chicha de saríl.
Y así nos trajo Dios al mundo, redonditos, pero no gorditos, flaquitos, pero saludables. Y la comida natural, para comerla con moderación, siendo la saciedad un efecto natural que le dice al estomago ‘para” que esto no es comida azucarada de Mall, ni glutomato, ni «potenciadores del sabor» como le llaman a los compuestos químicos que se inventan para darle sabor a los alimentos.
Estas fueron las 5 razones panameñas de obesidad en Panamá. Por eso ya me dedicaré a sembar tomates de patio, culantro, limones y más matas y plantas pa la salud saludable si son de semillas normales y no transgenicables.
Y para cerrar unos datos sacados del Panamá América.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado la obesidad como una epidemia, ya que es el quinto factor de riesgo de defunciones y reporta cada año la muerte de al menos 2,8 millones de personas adultas.
Panamá no escapa de esa realidad, pues al año el Estado debe destinar cerca de 100 millones de dólares en la atención de los problemas de salud ligados a ambos males, expresó Flavia Fontes, coordinadora de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición, del Minsa. El sobrepeso y la obesidad están en aumento por la falta de conciencia de la población ante los problemas crónicos a largo plazo que trae consigo el exceso de grasa en el cuerpo como enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y varios tipos de cáncer.
El director técnico del plan de modernización de atención primaria de la Caja de Seguro Social, Carlos Abadía, especificó que 9,0 por ciento de la población panameña padece de diabetes declarada y 23 de hipertensión, y lo preocupante es que 20 por ciento de la población infantil tiene sobrepeso y obesidad.
Está seria la cosa, yo aquí dedicandome a la agricultura casera a ver si me pegan unos tomates y estoy cambiando la soda por los jugos naturares y dejando de comer enlatados, si señor…la salud que nos queda es la que hay que cuidar.