Soy uno de esos tipos con suerte. De los que se levantaron con el pie derecho desde muy chicos y a los que muy pocas veces lo ha meado un perro. Una prima si me meo una vez que me tocó ser su niñero, pero esa es otra historia y no quiero entrar en detalles ahorita.
«Espero que sea una bendición o algo así.»
El punto es que durante mi vida he tenido la oportunidad de viajar a varios países y conocer otras culturas. En especial en latinoamérica. Y justo cuando uno cree que lo ha visto todo, aparece el internet y te dice: «NELLL, No conoces nada pendejo». Y te vas encontrando con imágenes de lugares que parecen dibujados o sacados de una película.
Lugares que ni sabía que existían y son un deleite a la vista como:
6. Mürren, Suiza.
Un pueblo sacado de una postal o de la envoltura de algún queso, este pueblo es un orgasmo visual (no sé por que ando describiendo todo así últimamente, ando como en celo).
Esta ubicado en Suiza en la comuna de Lauterbrunnen en el cantón de Berna, dos palabras que ni siquiera conocía hasta hoy. Y eso me pone feliz.
yeiiiiiiii
Es el pueblo de los paisajes panorámicos en Suiza. Principalmente porque desde allí se pueden apreciar las tres montañas más famosas del país: Eiger, Mönch y Jungfrau.
Su población es de 450 habitantes, pero tiene más de 2,000 camas para recibir gente, o sea, entren que caben 100.
El turismo es una de sus principales actividades y para llegar no se puede por caminos convencionales. Hay que usar un Teleférico De Péndula o un Funicular Aéreo. Dos medios de transporte a los que solo me montaría borracho porque los vagones voladores en cables y yo…nananai.
Aunque pensándolo bien…
Nuestro siguiente pueblo parece haberse quedado detenido en el tiempo.
5. Ansó, España.
Si el pueblo anterior te hacía pensar en «Heidi»…estas viejo, esa cómica es bien vieja y hace rato que no la dan. Para los que no saben que es Heidi, les explico: Fue la cómica que inauguró el «FriendZone».
En la imagen: Friend Zone.
Volviendo a Ansó, este pueblo esta ubicado en España. Específicamente en la provincia de Huesca y la Comarca de Jacetania, puros nombres así popoffff.
El pueblo limita al norte con Francia y parece sacado de una película de los Hermanos Grimm, ya que se encuentra en medio de una zona boscosa bien Disney. De esas que parecen estar dibujadas y en las que podría haber duendes y esas cosas.
Duendes
Otro de los atributos de este hermoso lugar es haber mantenido su arquitectura por tantos años. En realidad pareciera no haber pasado el tiempo por aquí como les había mencionado, y eso le da un feeling bien antiguo y supicucú.
Pero del cableado no se salva nadie.
Y seguimos con un lugar especial y un nombre especial.
4. Bergen, Noruega.
Voy a abstenerme de hacer chistes sobre Bergen porque me parece que eso estaría en… «Bergen» y valdría «Bergen»…Ayala «Bergen» (Badum Tsss).
Dicho eso y quitándome la picazón, les comento que este no es un pueblo per se, al contrario de los otros que he mencionado. Bergen es la segunda ciudad más grande de Noruega. O sea no es un pueblo chiquito y aislado del mundo.
Está ubicada al oeste del país en un valle formado por un grupo de montañas a las cuales se les llama «de syv fjell» o «las siete montañas» en español. Lo cual debí escribir de primero en vez de esa otra vaina que me costó un huevo. Como el apellido de un actor por allí que nunca escribo bien.
«Ayala «Bergen»
Antes de ser una Ciudad, Bergen fue un barrio. El barrio de los colores, por el colorido de sus casas y edificios.
¡Woooopa!
La ciudad se divide en 8 barrios: Arna, Bergenhus, Fana, Fyllingsdalen, Laksevåg, Ytrebygda, Arstad y Asane…ufff, la hice.
Su región económica es la segunda mayor del país con una economía basada aucuicultura y la investigación marítima.
La revista norteamericana Times la nombró en el año 2004 como una de «las capitales secretas de europa».
«¡ohhhh, Bergen!»…ese fue el útlimo.
3. Füssen, Alemania.
¡Wooooooooouuuuu!..un castillo. Cualquier pueblo o ciudad intergaláctica que posea un castillo se gana mi corazón. Y ese es el caso del Füssen en Alemania.
En la foto podemos apreciar el Castillo Neuschwanstein el cual es el edificio más fotografiado en el país bávaro y cuya construcción fue ordenada por el rey Luis II de Baviera, a.k.a. «El Rey Loco», en 1866.
El simple hecho de poseer este castillo ha hecho de este lugar una zona que hay que visitar cuando se viaja a Alemania. No se puede pasar por alto.
«Pero espere, aún hay más.»
Y es que esta ciudad no posee solamente un castillo. Posee 2, para que sean serios y se organicen. El segundo tiene el impronunciable nombre de Hohenschwangau (hay exceso de consonantes, eso es una maldad lingüistica). Fue construido por el padre de Luis, Maximiliano II de Baviera y se encuentra en el pueblo de Schwangau…ya me esta empezando a doler la cabeza.
Y es color pús…se la cagaron allí.
El pueblo mismo también posee su encanto. Parece sacado de alguna de las película de Shrek. Tiene bares, restaurantes, plazas, pero…castillos. Los castillos son los de la vaina.
Igual, voy a dejar esto por aquí.
Y como saben, si hablamos de Europa, hay un país que no se puede quedar por fuera.
2. Alberobello, Italia.
Oficialmente llamada La ciudad de los conos alegres aquí en Herag TV (nos gusta poner sobrenombres, se siente bonito) está ubicada en la provincia de Bari y fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996.
Su arquitectura es muy particular en especial por sus edificaciones llamadas trullos. Un tipo de construcción rural que utilizaba estos techos en forma de conos y muros de mampostería de piedra en seco. Lo que significa en cristiano que fue hecha por hombres de verdad y no maquinitas.
En la imagen: Piedras.
Estos recintos fueron hechos todos de la misma manera debido a unos condes que decidieron que se edificaran las casas así y punto, sin utilizar mortero. Y esta fue la solución más factible para acceder a dicha petición.
Su población actual es de 10,930 habitantes y es un destino obligado al sur de Italia. Cerca de la suela de la bota. No hay perdedero.
Bueno…puede que sí sea un problema. Aquí todo se parece.
Y finalmente…
1. Monte Saint – Michel, Francia.
«chan chan, chanchanchan Chan, chan chan chaaaaaaaaan» (dizque el intro de Games of Thrones).
El Monte Saint – Michel, es una comuna francesa ubicada en Baja Normandía y tiene un castillote demasiado cool donde quiero vivir, morir, correr, brincar y ser feliz como una lombriz, en ese orden (me gustan los castillos).
Fue declarado patrimonio de la humanidad por la unesco en el año 1979 y recibe cerca de 3.2 millones de visitas anuales y tú…Sí, tú, podrías ser uno de ellos…Si te lo propones, no estamos regalando viajes aún, aunque ganas no nos faltan.
«¡Awwwwwwwwww!» -yo, babiando.
Es el destino turístico más visitado de Normandía y la isla es también el centro natural de la región. No fue hasta hace poco que se crearon vías de acceso para hacer más fácil el peregrinaje de todo aquel que visite el lugar. Ya hicieron parkings y un centro de información. Habrán distintos caminos peatonales que podrás elegir mientras te deleitas con vistas de la abadía de Saint – Michel asentada sobre un islote de granito.
Por culpa de un fenómeno Geológico las tierras que rodean la abadía se hundieron más, dejándola en todo lo alto, aislando el monte de las aguas del mar, haciéndola aún más imponente.
«Imponeeeeeeente», Dicen las ovejas.
El santuario ha sido reconstruido en diversas ocasiones. La última después de un incendio en el siglo XIII.
Cierro con este videito para ver si se les antoja. Yo ya quiero conocerlo.
El mundo esta lleno de maravillas, y cuando se lo propone, el hombre es capaz de contribuir a su belleza. Ojalá sigamos aportando, en vez de destruyendo…Yo creo que así será. Nos vemos gente.