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Acontece que cada vez que ocurre alguna injusticia, un juego sucio del gobierno, un nuevo descubrimiento de corrupción, una decisión judicial que cae en impunidad, todo el mundo se revoluciona en las redes, nos indignamos, cogemos rabias, escribimos epítetos, publicamos memes y maldecimos a los políticos que en estos momentos ocupan los puestos en el gobierno. Al mismo tiempo que se hacen llamados ciudadanos a la acción cívica buscando la ocasión de hacer real alguna protesta pacífica ante el sistema de gobierno exponiendo temas como la corrupción, el descontrol migratorio; como el crisol de razas, oposición ante la JMJ o derechos de todo tipo hasta el más reciente, la concentración contra el pacto migratorio de la ONU, el cual fue todo un fracaso, sólo 40 personas asistieron y apresaron a su representante, a pesar de casi el 60% de los panameños enfurecerse en las redes y los chats por esta misma razón, mientras que en otros países alrededor del mundo sus ciudadanos están convulsionados por estas mismas razones.[/dropcaps]
Bruselas, Bélgica. Cerca de 5,000 personas salieron en protesta del pacto migratorio.
Bélgica e Italia, se manifestaron con disturbios ante los actuales acontecimientos, Canadá y Alemania, entre pugnas internas de partidos, República Dominicana y Chile ante la vorágine en las redes abandonaron el pacto, tres situaciones que cumplen con una premisa; real defensa de los derechos civiles por ciudadanos concientes de sus políticas nacionales.
Volviendo a Panamá, en este artículo haremos un análisis sociológico develando las razones por las que todos nuestros sentimientos de dignidad violentada terminan en frío y caen en el vacío a pesar de que las respuestas ciudadanas sean abrumadoramente populares. Mientras tanto recordemos aquellas concentraciones civiles que sí fueron multitudinarias; la del rechazo al matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y protección a la familia liderada por las denominaciones religiosas, la del 9 de enero de este año contra la corrupción del gobierno y añadimos en una escala pequeña las marchas LGBT+ y nos preguntamos ¿Qúe factores hicieron a estos grupos culminar sus concentraciones de forma exitosa? ¿Qué movió a la gente a salir y defender sus ideas? ¿Por qué funcionaron?
En el lado religioso
Las denominaciones evangélicas, bajo el estandarte de La alianza panameña por la vida y la familia, salieron a las calles en defensa de la no inserción de la ley de salud sexual y reproductiva al engranaje educativo nacional, no por motivos puramente educativos, sino por una pugna moralista. Avalada en defender la propuesta de tal ley impulsada por grupos socio-liberales y de ahí el tono homofóbico ya acuñado desde las escrituras bajo un punto de vista estóico e inflexible hacia las condenas homosexuales, un muy sencillo y emocional motivo para repudiar bajo la moral extremista y la defensa de la no inherencia de terceros en la educación intrínseca al núcleo familiar cristiano.
Aunque sus postulados desde el punto de vista sicológico y cultural contengan peso pedagógico. De tal la abrumadora participación de una gran mayoría contra un opuesto imaginario, el inmoral tercer sexo; nombre simplificado y despectivo dado distanciadamente por años al grupo social antes de la conformación del movimiento LGBT+.
Lo que llamó a la fuerza para el éxito de esta concentración fue que la mayoría tenía una identidad unificadora, Dios. Y Dios en una nación densamente católica y cristiana ya lleva ese valor como razón impulsiva, la convocatoria fue de fácil organización porque el sistema evangélico funciona generalmente por jerarquía de grupos.
Las marchas de los movimientos LGBT+
Aunque en Panamá no hay persecución, hostigamiento, ni violentación física de personas por género en el tercer sexo, incluímos que hay mucha tolerancia, lo que es habitual, por lo que la homofobia en Panamá no es algo tan marcado en nuestra población. Tampoco en el ámbito profesional ya que todo en ellos depende del profesionalismo individual. Este movimiento, aún siendo una minoría muy concentrada sí tiene obstáculos sociales, pero en lo cultural y religioso, donde sí hay connotaciones homofóbicas, pero pasivas, siendo el único plano donde es profunda la intolerancia, aún así no es una situación alarmante, o que lleve a actos extremistas o a términos personales.
Los grupos de mujeres y hombres nuevos de Panamá hacen efectivas sus marchas en representación de sus preocupaciones como eco de los movimientos LGBT+ que masivamente agrupan miles de personas en otros países y en señal de contemporaneidad social convocan y agrupan a personas de pensamiento abierto en, como decía; un trending apoyado moralmente por ideas primer-mundistas, de forma que el movimiento local se apoya en aquel megaconglomerado como un ente global, de ahí el ímpetu con que se celebran estas manifestaciones, marchas de apoyo y conmemoración del día del orgullo gay.
La concentración civil contra la corrupción del 9 de enero de 2018
Hasta este punto, durante todo el año 2018 la temática de la corrupción y el despido y cierre de empresas llevó a orillar a la ciudadanía a alarmarse por la acompasada y caminante situación socioeconómica agravada por la política que se incrementaba sin retorno y que empezabamos a sentir y expresar en las redes como tema diario y que aún continúa a 5 meses de las próximas elecciones. La impunidad ante la corrupción y la vigente campaña del no a la reelección se materializó en 10,000 voces en esta contundente concentración que se hizo eco mundialmente.
¿Por qué se hizo exitosa?
La campaña fue liderada por algunos personajes famosos del media, especialmente Ubaldo Davis, quien por años lleva en su persona tanto la simpatía como el repudio social de la ciudadanía. Él utilizó un lenguaje crudo y directo, sobre todo emocional sobre lo que se estaba viviendo y se hizo la voz de preocupaciones que teniamos y nadie se atrevía a tocar, sobre todo en su esfera, la del media. Así se fue creando una cadena de conciencia real sobre la problemática, de forma que unió opiniones, y tal validez despertó la acción, materializándose en esta concentración.
¿Cual fue la razón por la que las próximas protestas no lograron el éxito de la primera?
Un asunto de imagen. Siendo Ubaldo Davis el rostro de este movimiento no aplicó el impulso colectivo por segunda vez. Tenemos que tomar en cuenta que La Cáscara ya no tiene como tema principal personajes de pueblo y es aquello por lo cual las masas no se sentían identificadas con el programa así como en el pasado. No apeló a la mayoría, el pueblo humilde para hacerlos participar.
En cambio si existiese un personaje popular aquel hubiese sido el señor Juan Carlos Tapia. El deporte de contacto del boxeo genera esa conexión física imaginaria entre las personas; hombres y de ahí la posible acción. Pero consciente de su poder en el media, el señor Tapia nunca accederá a mover a su público objetivo; obreros, independientes, y trabajadores, porque no le sería ético. Por lo que en su justa cordura no es un alborotador de impulsos porque canaliza aquellas inconformidades revirtiéndolas en el consumo de sus programas de Boxeo. Su voz es como la nuestra al expresarnos por las redes buscando una idea en común para contertuliar.
Nuestra falta de compromiso político
Aparentemente los panameños preferimos gozar de nuestra zona de confort, o del conformismo y la indiferencia, resultando en una débil percepción de compromiso político, aún estando en contacto con la política, desinterés el cual transferimos a nuestros hijos desembocando en la inacción. Sobre la juventud, pensemos en las ramas de izquierda universitarias; estas son el único referente para que de inmediato los jóvenes sean políticamente activos, siendo estos grupos vistos como escuela de anarquía por el resto de la juventud que opta por educarse y se aleja de este tipo de política subversiva.
Cruzada civilista 2011, revivir la historia ante nuevos enemigos políticos, no caló en la conciencia general.
De hecho nuestra política si no es pasional no cala en la mayoría para convertirse en un movimiento y menos si no tiene sus contrarios bien definidos. Pero nuestra masa panameña es movida con más facilidad por asuntos de trending y modas que mientras más sociales y menos políticas sean, mayor recepción y respuesta tienen, porque en ello hay mucha emoción.
El reto es traspasar de esa emocionalidad patriótica y sin fondo a la conciencia civil funcional, o sea «esto pasa; así se soluciona». Y es por esa emocionalidad que no avanzan los movimientos realistas para renivelar los desajustes causados por la corrupción en el país. Es muy simple, cortar la corrupción y crear el cambio de estructuras en la política, estas son nuestras necesidades básicas, de ahí nuestra inmadurez política.
¿Es un problema de autoestima social?
Saladino y las olimpiadas, razón de orgullo nacional, referente simplificado que comprendemos con inmediatez
Como ya vimos la masa o mayoría tiene una mentalidad muy débil sobre lo que significa defender la equidad política y social del país, aún indignándose por la corrupción. Muy aparte de los intentos de convocatoria que se han dado para la acción cívica en diversas concentraciones existe un fantasma social, una baja autoestima socio-política de aquella mayoría que no pertenece a círculos políticos o a clanes con intereses, por lo cual vivimos a la deriva en lo político.
La clase media es la más exprimida, a la cual se le exige más de sus recursos logrados por medio de su profesionalidad y nivel de consumo. Es la que confronta la generación de impuestos y la que mueve el comercio de estructura financiera local. Es el renglón social que debería estar más preparado intelectualmente para ser conciente de su rol político, pero sufre de un problema negativo desde la post-dictadura.
Luego de la invasión se elevaron las oportunidades y la clase media creció debido a las apremiantes exigencias laborales en el comercio que generó el crecimiento de nuestra economía y nos fuimos transformando de ciudadanos de clase trabajadora a la clase media a través de profesiones específicas con el boom de las universidades privadas que aparecieron esporádicamente y de ahí nuestros logros académicos, títulos para el engranaje comercial, pero en esta transición mantuvimos la misma idiosincracia de los años de la dictadura al transferirnos hacia una sociedad capitalista en la que nos fuimos desenvolviendo como una juventud que buscaba más la independencia y el éxito personal, la filosofía de los 90’s era «Piense y sólamente hágase rico», de ahí este problema de nuestra falta de ínteres por nuestros derechos políticos, nuestra deficiente capacidad intelectual, aún habiendo aprendido que la buena política de un país es el eje de una economía saludable.
Con la corrupción haciéndose visible ocurrió algo que no nos tocaba a la mayoría, quejarnos por la situación económica, esto era nuevo para los panameños profesionales, y quienes más acceso para expresamos en las redes sociales teníamos (facebook, whatsapp, twitter). Pensamos que sí acudiamos a una concentración nos veríamos como necesitados o gente de izquierda; tipo Suntracs, no estabamos acostumbrados a este tipo de actividades y aún no lo estamos, porque pensamos que estamos mendigándole al gobierno por nuestra nueva condición y situación. Son diversas razones irreales y superficiales las que no nos hacen entrar en la madurez política que necesitamos. Todavía no estamos convencidos de la profunda crisis en la que está hundiéndose la clase media. Estamos en una especie de negación de la realidad.
Alienación nacional y respuesta contundente monetaria para llevar a nuestra ganadora al concurso internacional
Recordando los casos del fútbol, de nuestra rivalidad con Honduras, de nuestra inclusión en el Mundial, de Margarita Henríquez en el Latin American Idol, y por último Rosa Iveth Montezuma para el Miss Universo, y el movimiento social y patriótico que impulsaron, es aquí donde se recalca con más profundidad nuestro problema de autoestima social como nación, al valorizar ejemplos externos de valía efímeros frente a los profundos problemas nacionales, a los cuales damos la espalda por no ser emocionantes y no elevar esa baja autoestima superficial de la que adolecemos.
Tenemos el mismo problema de autoestima que los venezolanos
Converzando con un historiador venezolano, nos hablaba de todo este asunto y como era el venezolano de los años 70 y de como Venezuela llegó a la dictadura. Una muchacha venezolana, me comentaba un amigo, decía: «Panamá, aún entre la gente pobre, tienen muchas cosas que en Venezuela siempre nos ha sido dificil conseguir, aquí la pobreza no es lo que yo pensaba». De esta manera vamos descubriendo como es que surge aquel problema de autoestima en ciertos venezolanos cuando ven a nuesta gente humilde y la comparan con su propia gente humilde, y aparece la envidia, tomada como xenofobia aparentando ellos aquella falsa supremacía al expresarse sobre Panamá. Su clase alta desfalcó aquel país, a un extremo de consumo tipo Dubai, lléndose de compras a Miami y Europa viajando en avión todas las semanas, cual jeques de medio Oriente a causa del despilfarro petrolero, nos decía el historiador.
El problema de xenofobia siempre se originó de forma unidireccional, tal como ocurría con los argentinos (cuyo país lleva años en pobreza extrema y esta actualmente en bancarota). Parece ser un síntoma muy latino y es al que nos esta llevando este problema de autoestima social actual y que no nos deja defender nuestros derechos civiles. Nos da pena asistir a una concentración por el qué dirán, poque no es trending, porque no nos vamos a divertir. Tomemos como ejemplo al panameño del pasado y volvamos a los 80´s.
Características de las concentraciones de nuestro pasado
Si bien el presente trae situaciones peores que las de la dictadura en su propia severidad, libertad y seguridad. Hoy día tenemos un problema económico, de aspiraciones laborales, de oportunidades e independencia económica, problemas que exigen inteligencia y conciencia nuestra del entorno político. En los tiempos de nuestra dictadura la situación era diferente entre la población en general, vivíamos bajo las reglas de una especie de papá verdugo, el dictador, pero por lo demás había trabajo y comida.
Cuando papá verdugo empezó a violar nuestras libertades defendimos nuestros derechos. A las concentraciones acudían familias, gente jóven, había convivencia de diferentes clases sociales y grupos políticos alineados en un objetivo, educadores, médicos, empresa privada etc. Prácticamente todos los panameños sin divisiones ni gremios, simplemente panameños, los gremios estaban del lado de la dictadura.
¿Qué nos divide?
Suntracs, grupo que intenta incluirse en la política, aún siendo impopular por sus ideales
Intereses. Todos los grupos del pasado mencionados arriba actualmente tienen intereses a los cuales obedecer. Producto de una inclinación política, por lo que han limitado sus propias libertades. Conocidos el gremio de la construcción, los médicos, los abogados, etc. Haciendo a sus componentes e individuos mudos ante diversas formas de injusticia. Incluímos el paternalismo y el subsidio gubernamental que adormece la conciencia de los más pobres, mientras muy lejos de todo esto, dueños de otra libertad, quedamos los particulares, sin vínculos, ni intereses comprados.
La nula participación de la juventud por su percepción irreal de vivir en un mundo alimentado por su propia voz, por lo que no adquiere compromiso. Algo que no ocurría en el pasado con nuestras juventudes, que al ser afectadas por la dictadura, creaban uniones tanto de los colegios del interior y los de la capital en manifestaciones públicas. No existía la abstracción actual, internet, redes y la exagerada conciencia de sí mismos, hasta el punto del egocentismo, lo que les hace menos interesados en algo más allá de sus distracciones inmediatas, la juventud nuestra vive en submundos muy particulares y alejados de la actividad política. Sobre todo con la muerte de la Televisión.
Mundos de fantasía, emociones reales y para la realidad escasez de criterios
Los videojuegos, cuyo aspecto positivo son la socialización, la competencia y la persistencia como dicen unos estudios, tienen el lado negativo de aislar a la juventud a actividades gregarias lejos de la realidad circundante, de modo que tal aprendizaje no se hace práctico en la realidad política y en el mundo real.
Vida laboral, el cúmulo de nuestra autoimagen y plusvalía
La idea de pertenencia corporativa, aquella que nos creamos dependiendo de nuestro lugar de trabajo por el rol que nos viste, funciona como un obstáculo mental al cual damos más importancia ante ser políticamente participativos. Pensamos que estamos en un nivel superior de responsabilidades, y que nuestras empresas no pueden, ni han de hacerse participativas. De ahí el ejemplo del pasado, donde los empleados y oficinistas de la empresa privada y de la banca salían a las calles a medio día a protestar en sus horas de almuerzo contra la dictadura.
La actualidad respecto a las manifestaciones que se han estado convocando
En Francia, manifestantes, en su mayoría agricultores detuvieron el alza a los impuestos y el combustible
En estos momentos en nuestro país hay un clima severamente preocupante debido a la realidad agropecuaria que ha culminado en detenciones a sus dirigentes en un caso de prima economía, como lo es la crisis de la producción agropecuaria nacional versus las importaciones de productos agrónomos y el poco compromiso de las responsabilidades ya adquiridas por el gobierno con el agro. Si lo comparamos con la situación en Francia el paralelismo es el mismo. La clase trabajadora del campo, los agricultores en su mayoría han sido quienes han presionado en la capital francesa entre los disturbios, logrando despertar la conciencia nacional sobre como las decisiones de Macron afectan al país y en el nuestro hay indignación y las redes estan empezando a ebullir con el tema, e igualmente la gente se ha molestado nuevamente y el apoyo moral a nuestros productores se ha hecho fuerte en las redes.
Dejamos nuestro análisis hasta aquí donde intentamos explicar la ilógica mentalidad de nosotros los panameños de ahogarnos en palabras, pensamientos, soluciones y castigos a la corrupción política que vivimos y nos indigna diariamente. Hemos deducido el como nuestras limitaciones mentales no nos permiten actuar coherentemente a nuestras palabras y pensamientos en concordancia con lo que ocurre en Panamá y demás países latinoamericanos. Listo, había que ponerle luz a lo que no conocemos de nosotros mismos como ciudadanos de nuestro país. Chao gente, este análisis ha tomado mucho estudio sociológico para buscarle respuestas al misterio de ser panameño, incluyéndome.
Lista de páginas de facebook dedicadas a la crítica socio-política popular:
Movimiento independiente 15,885 miembros
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En Panama 21,597 miembros
Cocoas.net 201.032 miembros*
Como vemos, sólo hay que comparar con una página de entretenimiento para entender como anda Panamá, nos ahorramos la gráfica de pastel.