22 de diciembre de 2024

No entiendo los cruceros..¡Esa vaina me aburre!

Desde palaito uno se fascina por el mar, por los barcos en el horizonte, por los barcos piratas y los buques de guerra como objetos flotantes. Pero el único que logra permanecer en nuestras mentes es el Titanic, aquel transatlántico de lujo que todos conocemos ( se les dice transatlánticos porque cruzan por el atlántico, lo que me pone a pensar que si cruzan hacia el pacífico por el Canal de Panamá deberían llamarse transpacíficos, pero no es así). :/
Modestia aparte esto del lujo también existió en el aire con los primeros aviones de alta clase que de por sí eran una pendejada, tu sentado ahí sin moverte esperando que una «zafapata» te trajese una bebida y comida gourmet. Hasta hoy aquel lujo continúa, pero…

Horas y horas con el culo aplastado, pero con la barriga llena, esa sí  🙂

….los aviones no pueden evolucionar hasta más allá de ponerte películas y música en tu atornillado e inmóvil asiento como en muchos buses de lujo. Es que el lujo llegó para quedarse desde el Titanic hasta los famosos Cruceros del amor, que cada vez son más grandes, hasta casi emular ciudades en el mar, pero nunca sobrepasaran la fantasía de «LAPUTA  la ciudad en el cielo» o las Máquinas Asombrosas de la película, que eran ciudades que se movían sobre ruedas, concepto muy ridículo por un detalle ¿Cómo poblaciones nómadas a gran escala no movían un dedo para que ese aparato se moviera, viendo que los gastos de locomoción eran estratosféricamente altos como los globos, y  hablando de eso nos llegan a la mente los Zepellines que por trágicos no perduraron, ellos también tenían su lujillo. ¡Valla manera de los millonarios auto-destruirse por lo grande!

Como son millonarios el comunismo nos acostumbró a no sentir empatía por la burguesía.

Pero volvamos a los cruceros que son los del tema y que por tradición ochentera eran la opción rabiblanca de las yeyesitas para evitar tener que celebrar un quinceaños medieval cambiándolo por uno internacional flotando en un crucero en aguas neutrales de ultramar. Hasta ese entonces todos los barcos de placer eran hechos al estilo de los Carnival, el Royal Caribbean o el Pacific Princess de la serie de TV con su respectivo Oscar en la barra del bar y la melodía de los ritmos caribeños plásticos de una rumba cubana sin patria.

¿Qué es un Crucero hoy día?

Creíamos que el crucero del amor era inmenso, pero tenía calado de barco tabogueño versus los que aparecieron después de mayores tamaños y con pantallas gigantes, toboganes acuáticos, golf en el interior y surf en la cubierta.

La evolución de cruceros ha sido exponencial en novedosos y nuevos tipos de barcos dedicados al ocio. Su más grande clientela ya no lo son sólo las personas de la tercera edad, novios que no caben en los créditos finales del Titanic y familias con chiquillos hiperactivos…sino mucha juventud rumbera, porque el gran pastel de mar no sólo tiene bonito el merengue de la superficie, sino que ahora los cruceros cuentan con pisos y pisos de entretenimiento fuera de este mundo, por eso cuando uno ve eso no le queda más que comparar los cruceros modernos con dos cosas; Disneylandia y Las Vegas, entretenimiento puro para todas las edades.
Pero el problema para mi con eso de que no entiendo los cruceros es porque aunque sea como un Disneylandia no puedo comportarme en ellos como si estuviese rodeado de las maravillas de Disney poniendo cara de asombro a cada rato. Hacer esas cholerías en alta mar te delatan, es mejor no sorprenderse de nada, sino tripear el asunto como si eso fuese vaina vieja. Pero donde si puedo poner ánimo de pelaito es en sus templos de la ludopatía, sus casinos como en Las Vegas, es más fácil emocionarse ahí, la plata sorprende a cualquiera y te da risa de judío aunque ya tengas plata.

Toda esa viejera está tan abstraídas en sus máquinas que tripean que afuera les espera el Uber para llevarlos a la casa.

 En contraste con estos cruceros, los lujos del funesto Titanic contaban sólo con restaurantes, música, piscinas y vistas aqua-marinas de cubierta con vistas a mares vacíos sin sentido más que la idea de mirar hacía la vía láctea como recompensa estelar, hey yo no soy poeta, que esto sonó a poesía fatalista.
Pero vaya que hay también otras personas que viven como de lujo todos los días en altamar, se trata de los operadores de las torres extractoras de petróleo marino. Tienen también su vista Titánica con amaneceres auroboreales constantes.

Y encima cobran su dineral

Me aburren los cruceros

Lo que me da aburrimiento de los cruceros es ese tipo de diversión turística de mar, con vitácora, cronograma y horario para incluso los turistas desembarcar en diferentes puertos y costas para pasear (así como en el caso antiguo) un ratito nada más, todo medido y pa´lante, no me puedo quedar como Luisito comunica.

…en sus marcaaaas…listos fuera ya!

Pero quien sabe, para como han cambiado de novedades es mejor ir en grupo, entre varios amigos para que tal roboticismo turístico no afecte nuestra artritis mental. Es que «No entiendo los cruceros». Son como un elemento forzado en el normal desenvolvimiento de la vida pudiente. Debe ser que reconozco que existen otras personas con otro tipo de fortuna, los marinos que se embarcan por meses en el mar en barcos pesqueros y no están preocupados por gastar en tarjetas de crédito, sino en amasar con buenos sueldos dinero para sus familias o para sí mismos.
Los cruceros siguen evolucionando, casualmente este año, por encima de los acontecimientos del coronavirus saldría a estrenar el mar uno colosal y con adivinen que cosa adornado su merengue de cubierta, ¡Una montaña Rusa! y el bendito aparato se llamará «Mardi Gras», tremendo nombre, bueno para llevar una remesa de collares de pepas grandes a ver que chica le hace el honor al barco.

Un vómito a esas alturas y verás sardinas con la boca abierta nadando a babor y estribor todo el día

Pero yo no soy tan pretencioso y nada de eso a mi me sorprende, por eso soy más económico y no pido mucho y me quedo con lo tradicional, con el clásico Titanic.

Titanic II, inventado por  una compañía China, es igual al original. Detrás el Allure of the Seas, un crucero moderno. ¡Vaya comparación!

Hablando del nuevo Titanic, este costó 320 millones y se lanzó al mar en 2018, pero pensándolo bien cuando veo el que hay detrás, como que sólo conformarme con un té en la plataforma y un baño turco y jugando naipes en el Titanic como que no es muy de turista moderno. Pero igual, yo no me veo viajando alguna vez en una lata de mar, el océano es peligroso. De hecho ya vemos como le pasó al Costa Concordia que se hundió en las aguas del mediterráneo o ahora en el presente en lo que se transformaron varias naves cuando abordó en ellas el coronavirus.

Nombe, que va…mejor me quedo en tierra parqueando en el Sun Cruiser Resort & Yacht, un hotel en forma de barco que esta trepado en una colina allá en Corea del sur o riéndome con mi sonrisa natural (si, porque me faltan 3 dientes) en la infantil disneylandia abrazando al mismísimo Mickymau en un selfie.
P.D: Bueno gente escribimos este artículo para que viajen por el mar en esta cuarentena, que si nos seguimos cuidando, esperamos aunque sea a salir de pesca a Gamboa a finales de junio.

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