El origen del emoji
La pura verdad es que no sé ni quíen fue el primero que los inventó, pero creo que si me voy a lo más remoto en el tiempo lo encuentro en el teatro griego, en los íconos de las caritas de alegría o tragedia. Esas caritas representan a dos de las nueve musas en la mitología griega, Talía que representa la alegría y Melpómene que expresa la tragedia y juntas conforman el teatro, de ahí que para mi fueron los primeros emojis en existir.
Chaplin y su tablet
Modestia aparte para mi el cine mudo también trajo sus emojis, donde los actores mimos como Chaplin, Harold Lloyd o Buster Keaton, a falta de voz, tenían que exagerar sus caras. Todos nos acostumbramos hasta que llegó el audio a los teatros y el cine heredó en la actuación tal exageración facial, sobre todo en la comedia, sobresaliendo Lucille Ball, Jerry Lewis y finalmente un tipo que durante 2 décadas fue un emoji completo; Jim Carrey y se nos olvidaba, Mr. Bean.
Aunque hay gente normal muy muequera, tanto que ellos mismos son emojis andantes; gente con quienes da risa parquear, porque sus expresiones transmiten empatía y vida, de modo que siempre es bueno tener un amig@ que sea como un emoji con patas.
La razón científica del impacto social de los emojis
Mandar emojis; ¿Sabías que es un acto que en realidad sí afecta nuestras emociones como sí esas caritas fuesen realmente nuestras expresiones faciales? El cerebro las entiende como verdaderas y si lo notas, en tu rostro sientes cosquillitas y es que tus músculos faciales relacionados al emoji se activan ligeramente, tanto al mandarlos como al recibirlos. Eso se debe a las neuronas espejo del cerebro, que hacen recíprocas las emociones. Estas neuronas actúan también, por ejemplo; cuando vemos videos de accidentes, bloopers, risas ajenas o sentimos empatía con las personas. ¿Y ver videos de terrorismo…? (No, esos sólo los disfrutan quienes tienen esa función cerebral dañada).
En fín, ellas son las neuronas de la empatía y los emojis se han apoderado de ellas y el whatsapp revienta en quisquillosos emojis, y aunque el emoji domine el reino de las redes y el whatsapp, afuera existe un culto comercial por el emoji y aquí en Panamá la vaina esta hecha el diablo con la emojimanía, porque nos están trayendo de la China los iconitos de emoji en forma de productos y mercancías puestos en cualquier cosa; sean sábanas, ropa, almohadas, calcas, cuadernos, covers de celulares, etc. y el panameño ha caído redondo consumiéndolas y usándolas para expresarse fuera de las pantallas de sus celulares, o sea en la vida real, y como me ha tocado ser testigo de esa invasión por todas partes, me puse a documentar estos hechos en imágenes.
Los emojis en los productos que compramos
Los emojis llegaron a las dulcerías y se hicieron populares trayendo alivio a las mujeres decoradoras de dulces en las pastelerías, o sea las pastelólogas, que agradecen su llegada y poder descansar un rato de esos complicados diseños de Dora la exploradora, el Pepapig y las redetalladísimas princesas de Disney, agradeciéndole al simplón emoji por su sencillez, siendo más fáciles de dibujar…
Cake Frentón, improvisado de memoria y a pulso chueco
…aunque la improvización de cakes maltruchos y hechos a lo loco dejan mucho que desear, la preocupación es que ya el color amarillo para el merengue hay que estar comprándolo a cada rato porque la demanda hace que se acaben. Por ahí hasta me han dicho que el Icey les sabe a piña y es que lo tiñen con culei amarillo, así no…así nooo.
Ya por acá por los almacenes a la gente le han querido meter la moda de las mochilitas redondas que son como cartuchos de supermercado, no cabe una SHIT adentro y todo lo que metas te queda revuelto con lo otro. Prefiero mi Jansport, con compartimientos y bolsillos secretos de canguro funcionales en el multiverso del gato cósmico. También hay carteritas pa’ llevar la plata, pero prefiero el monedero de la abuelita, ese que ella se metía en las tetas y que sacaba cuando iba a pagarnos el bus de cuando estabamos pelaítos.
Para esas mañanas alegres al despertar ¡Emojis impresos en tu taza de café!. Porecitos ellos, así happycianos escuchando los jaleos y las insultaderas de la gente desagüebándose unos a otros para arreglarse y llegar temprano al trabajo. Y por otra parte los calzones de dormir y panties. Esas flatulencias y olores añejos pegándole por detrás a esos felicianos emojis que por más sufrimiento que pasen no pueden cambiar sus radiantes caritas a asco, rabia y dolor.
Vienen los cumple y entonces te chequeas que en el 99 también te venden tu piñata de emoji y los manes que las arman en cartón son sabios; la confeccionan con los bordes negros para que no la confundan con el cake que así mismo también pediste en emoji…Pero estas piñatas de la foto ‘tan raras, no sabes si ríen o lloran y para nada que cierran los ojos. ¡Ese emoji no existe! Ah ya entiendo, es para que haya dramatismo cuando las agarren a palazos.
Los emojis en la real de la leyenda de la calle de Panamá
Los peluches de emojis en los carros, esos tienen una muy buena función en los zafarrancho que se forman en los tranques. Su misión: tranquilizar al conductor que va pegao detrás tuyo, así menos va a tirar a ocurrírsele mandarte pa’l carajo…terapia urbana de la felicidad se llama eso…
…aunque también hay unos así chiquititos que te caben adelante en el parabrisas y no te estorban y son la pifia para que parezcas ciudadano modelo cuando en los retenes los policías te piden licencia…que va…los polis no soportarán mirar tanta azúcar y la conciencia les remorderá y te salvarás de que te claven la boleta. Valen menos de 4 dola’ y son más efectivos salvándote que el muñequito del cristo con semblante sufriente en tu tablero, muy ineficiente pa’ resguardarte de las malas leches.
¿Y los cojines de emoticones? Cuando tienes tantos y te toca tenderlos, tu balcón queda pareciendo como que chatéa por Wassap…
Traducción del mensaje: La pelaita quedó feliz porque mi sobrino le dio un besito y se cojió a reír y después quedó morá de la pena porque la grabaron en el celular. Ni a mi me dio risa ese chat.
…y hay algunos emojis a los que les pasa igual a cuando Homero entró en el mundo real, como al emoji de pupucito este, que lo abandonaron a su suerte tirándolo como una mierda en la acera.
Gente Emoji
Y bueno, pa’ esa gente que se ha puesto tan surrealista que cuando publican vainas en internet ya se creen un emoji y se los chanclan en la cara para hacerse más empáticos que en la vida real. Como esta mamá, que se la puso a su bebisín por un caso de protección a su identidad, iban a vender la cuna en Encuentra 24 y sólo tenían una foto, pero con el beby incrusta’ó y había que borrarlo y ¡Chaz¡ Le clavaron su carita cachetona de emoji-boliqueso encima y listo.
Y hasta para no enseñarte la placa del carro lo usan.
Así mismo, vestirse con la moda emoji ayuda al buen ánimo y a sentirse positivo, un suéter con un emojito tiene más poder que cuatro frase de Coehlo en un wassap. ¡Hey amiga! Pasa dos bolsas de pepita e’ marañon ahí, que te veo bien contenta.
Y pa’l cierre de este artículo emojístico he aquí el máximo amor por los emojis que podemos encontrar en un techo panameño. Nada de antena Claro, ni Digicel…yo se dibujar pritty y mi antena no es cualquier cosa random, así que pillen, el único emoji que se ve desde Google Earth, he dicho…¡Anda Panamá!