Tul, cinta, sedería y lazos. Ah…y la plancha de tu casa. Dale esto a Benjamín Shine y verás cuantas cosas es capaz de hacer. Su arte entra dentro de la conocida tendencia del Perspectivismo. Aquel en el cual se conjugan diferentes elementos para crear una pieza que sólo existe cuando la observas desde un sólo punto físico. A pesar de usar otros «objetos», como salidos de cualquier ferretería, Benjamín, para este arte en especial saltó a la sedería buscando materiales más delicados.
Su instinto por dibujar y crear le llevó a estudiar diseño de modas en Londres. Pero en la faena lo que le desilusionó fue que entendió que no podía basar su creatividad en tendencias y modas, y empezó a visualizar los materiales para modas desde un punto de vista más artístico.
A pesar de haber realizado otras creaciones usando tornillos de ojete, estuches de píldoras y monedas, la tela se quedó como su favorita.
Benjamin descubrió la inspiración para hacer obras en tela de tul mientras trabajaba en su estudio. Mirando al piso le llamó poderosamente la atención observar una translúcido y estrujado retazo de tela y al ver los bellos tonos que salían al observar sus pliegos le hizo pensar si esas texturas podrían manipularse hasta darle una forma definida. Esto le llevó a pensar que con una plancha de ropa él podría lograr llevar su idea a la realidad. El tul para él revela y muestra una imagen sugerente que fluye en su forma capturando un momento en el tiempo en cada curva.
Ya hemos comprendido el método de creación de Benjamin Shine, ahora ojos a sus obras.
Elizabeth Taylor. Benjamin siendo un artista muy joven experimenta creando iconos del pasados.
Princesa Diana.
Detalle.
«The Dance», una instalación.
Así se llama la instalación de arte que se exhibió hasta enero pasado de 2016 en Australia, y que le fue comisionada por el Canberra Complex Center. Toda la instalación cuelga del techo, ya que el tul es una tela liviana, y Benjamín aprovechó la gravedad para que las obras se sostengan por sí mismas acentuando las formas con luz de fondo. En su construcción se doblaron, plancharon y cosieron 2,000 metros de tela de tul. Le tomó 2 meses y medio completarla, y según dice es la primera vez que hacía algo así. Figuras colgantes y en más de un sólo color. El tema era basado en la moda, pero el tul le sugirió más las formas danzantes de las cuales se compone toda la instalación.
Danzantes.
…El etéreo peso de una pierna…
Ver y no tocar, significa apreciar…ya yo las hubiera estado tocando…
Los colores y la densidad de la tela forman en cada giro un personaje.
Aquí el desboque, una escultura auto-retratada en cinta hecha para su día de bodas con Danielle, su esposa. Aún no conocía la gravedad, por eso esta obra se sostenía desde el piso.
Así terminamos con este talento en visuales artísticas el británico Benjamin Shine, quien ha colaborado con su arte para Givenchy, Coca-cola, Google y MTV. Al menos Coca-Cola puso pauta en nuestro sitio web en las olimpiadas así que algo es algo. Sigamos workiando, en el arte y vaina como dice Nico.