Primero que todo confieso que he fumado marihuana, que me he reído quizás, pero no como pendejo, que me ha relajado no sé. Que ha sido un asunto de fumador social, si. Que me ha hecho querer fumar más, no. Que lo único más sobresaliente que experimenté de las veces que fumé, fue una noche al dormir, donde me imaginaba las cataratas del chorro de la chorrera cayendo en crispeantes chorros de serpentinas azules, muy psicódelica la cosa, como esos paisajes chinos que se mueven con musiquita que vendían antes en los almacenes, buen trip…pero más nada. La marihuana no me causaba ningún efecto elevacional, excepto la rabia que me daba cuando se me caía la lengua queriendo hablar, además de que se me detenía el pensamiento. Por eso la yerba no me da efectos placenteros, porque quizás ya yo estoy mal de la cabeza de nacimiento y me rio de cualquier cosa y no necesito estímulos externos y de paso me río de la trabazón, las risas sin sentido y los ojos de vidrio de mis frenes y de que cuando yo les hablo sano, lo que digo no me da risa, pero a ellos sí. Vamos al tema serio pues…
Mientras la tendencia para legalizar la marihuana sigue en pie en diferentes sectores sociales del globo, logrando su legalización en diferentes estados y países, como Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, Canadá, Bélgica y 24 estados en USA, tanto para uso personal o medicinal. Bueno, hablemos del fenómeno de la marihuana, de su fama, de su legalización, de porqué la creciente moda por legalizar la marihuana, pero primero conozcamos a la marihuana desde su nacimiento.
Como nació el consumo de marihuana en América – Jamaica fue el pionero.
La planta del Cannabis fue traída desde Asia a América y en Jamaica se sembraba para su uso en textiles, para crear sogas, bolsas y más efectos industriales. Incluso luego acá en américa por el 1767 era plantada obligatoriamente por ley en los Estados Unidos para el mismo uso, obligando a los agricultores a sembrar hasta 2,000 hectáreas de la yerba, que en esos entonces era tan santa que no era un peligro.
Origen real de la marihuana en la doctrina Rastafari
El cannabis lo consumían los musulmanes Hindostanes en Asia, porque la religión les tenía prohibido el alcohol. Cuando se abolió la esclavitud en la India en 1838, la Jamaica esclavizada por los ingleses en el siglo XIX (19) se influenció de este suceso. Y como dijimos el cannabis ya crecía en la isla. Además en Jamaica existían denominaciones religiosas basadas en el protentantismo inglés, tal como en Panamá tenemos muchas comunidades cristianas de origen también afroantillano. Entre las costumbres hindues y el ya establecido evangelio se originó la doctrina y el movimiento rastafari que se proliferó con Marcus Garvey, un Jamaiquino protestante que como periodista investigaba sobre los origenes del pueblo africano postulando con sus estudios e investigaciones que los negros diseminados por américa deberían regresar a Etiopía, la tierra prometida. Este concepto lo sustrajo de un discurso del lider religioso norteamericano James Morris Webb, donde en 1921 Webb proclamaba el surgimiento de un mesías negro en áfrica.
Para su doctrina Garvey se basó en los estudios de Webbs sobre La Biblia, usando el paralelismo de las profecías del nuevo testamento, la historia de áfrica, y el estado político del áfrica oriental y conectó a Etiopía como el Sion Bíblico y la tierra prometida por el linaje directo de las tribus hebreas con Etiopía, donde Webbs Profetizaba en los años 20 que el próximo mesías después de Jesús sería de origen Etiope. Su doctrina logró adeptos porque postulaba su campaña de forma activa en Los Estados Unidos, llegando a acaparar según sus cálculos más de 4 millones de adherentes.
Por coincidencia en 1930 sube al poder Haile Silassie, lo que da peso a su profecía, dándole fuerza al movimiento Rastafari. Cuenta que para Silassie, el título no le tenía en cuidado y no se consideraba a sí mismo una figura mesiánica, él se describía a sí mismo como un mandatario y un servidor para su país Etiopía. De hecho Silassie sí fue activo religiosamente, pero no creó doctrinas, ni milagros. Su verdadera acción fue como caudillo al defender a Etiopía de la ocupación Italiana por el dictador Mussolini.
Así se activó el movimiento Rastafari, y se crearon estatutos espirituales y rituales, como dejarse el pelo largo (como representación simbólica del León de Judá), no tomar alcohol, fumar la yerba santa, ser vegetariano (comer vegetales hace a la gente tranquila y pacífica), ser polígamo y hacer rezos diarios.
De cómo la marihuana se hizo ilegal.
Si bien la marihuana en su variante el hachis, es de origen musulman y religioso, en Europa se fumaba entre la alta clase del siglo XVIII (18), y se fumaba entre los músicos negros del centro sur de EU, New Orleans, Louisiana y no era considerada ilegal.
Todo empezó en 1900, luego de la revolución mexicana. La marihuana en México era algo normal, ya que se usaba de forma medicinal y recreacional y la fumaban los mexicanos que buscaban trabajo en los Estados Unidos a quienes se les pagaba de forma inferior, no había problema hasta que la recesión hizo que se viera mal al mexicano inmigrante, porque el americano ahora necesitaba los puestos de trabajo. Me pregunto sí esas imágenes de mejicanitos durmiendo de día en los portales tejanos se debían al efecto narcótico de la mariajuana (sarcasmo).
Con tanto mexicano emigrando a E.U. no había forma de controlarlos como grupo y se inventó deportarlos a causa de su consumo de marihuana. De esa manera también se aplicó a los grupos negros de Lousiana como forma de control, alegando que el consumo hacía a los negros agresivos y proclives a la violación de mujeres blancas. Lo irónico es que el Cannabis, como le decían los americanos era la misma planta que ellos usaban de forma medicinal. Pero al llamarse marihuana en manos de los inmigrantes mexicanos se le condenó como ilegal.
Cuando se levantó la prohibición del alcohol el departamento Nacional de Narcóticos no tenía nada más para prohibir y atacó la marihuana. Clasificándola en 1930 como droga adictiva nivel 1, prohibiendo su venta y consumo. Para así el gobierno controlar a las pequeñas etnias.
Para convertir la marihuana en ilegal el jefe del departamento, Harry J Anslinger, quien tiempo antes consideraba el cannabis como inofensivo, se enfocó caprichosamente en un caso en Florida donde un jóven que se alegó fumaba la yerba mató a su familia a hachazos. Tras pedir a 30 científicos determinar si la marihuana podía ser la razón de los homicidios Anslinger se enfocó en el veredicto negativo de sólo uno de los científicos, haciendo propaganda de que la marihuana causaba estados alterados de violencia y agresividad llamándole la yerba del diablo. Esto condujo a la aprobación en la opinión pública de que la marihuana era peligrosa. Años después se revisaron los archivos siquiátricos del jóven asesino, encontrando que él nunca había consumido marihuana.
Estados Unidos envió peticiones para que otros países siguieran su ejemplo, negándose todos a prohibirla. México, el productor lo haría sólo si obtuviese el visto bueno médico. Así empezó la guerra contra el narcotráfico entre estos dos países, muchos años más adelante en 1975 se aprobaron leyes en México que iniciaron así la guerra anti-marihuana, acabando con los sembradíos mexicanos.
Esto provocó más demanda y Colombia se hizo como el nuevo proveedor de marihuana, continuando E.U. con la guerra antidrogas hacia este país. El resto es historia conocida con la caída de Pablo Escobar Gaviria.
Marihuana, la planta que ha revolucionado la sociedad.
Qué hay detrás de este empuje de alcance global sobre su legalización. Especulemos que con tanta información sobre ella, ya conocemos todo sobre la marihuana, sobre los descubrimientos científicos, sus beneficios farmacológicos en combatir el cáncer, enfermedades mentales y su ventaja, por ser natural de no crear efectos secundarios como los fármacos de fabricación química de las BigFarmas.
La polémica tiene bases políticas, de salud pública, de protección social en la familia, de moral social y todas otras vertientes humanas. ¿Pero, por qué el auge? El consumo de marihuana no es más que un asunto de consumo social y recreacional, explicarémos como se fue popularizando a través de las décadas pasadas y que impulsó al crecimiento de su consumo.
El consumo y su fama mundial
Entre los 50’s y los 60’s la generación Beat, una corriente compuesta de poetas y escritores que se abrieron a líneas de pensamiento liberadas de la literatura siendo contractual, experimentaron con la marihuana haciendo proliferar por vez primera su consumo en la juventud de la época, entre la llamada psicodélia de los bailes ago-go y el new wave para situarnos un poco en el tiempo. México mantenía el cultivo y era el exportador de la yerba a todas partes del mundo. Con los 70’s llegaron los hippies y se extendió el consumo entre los jóvenes norteamericanos. Socialmente ya era en un atractivo en las altas esferas, donde existía el opio, la cocaína, el LSD y el éxtasis. Si bien en el ámbito artístico, el de la música y el de la delincuencia se consumía de acuerdo al alcance de cada clase y la marihuana ya era común entre las clases bajas. Pero aumentó significativamente en los 90’s como consecuencia de la iniciada guerra antidrogas del gobierno de Ronald Reagan en los 80’s donde se prohibió absolutamente la marihuana, incluso su uso medicinal.
El consumo de la marihuana hacia las urbes latinoamericanas se debió a las corrientes comerciales acompañadas de la influencia musical, El reggae y su tono isleño con el surfing en las clases altas, el surgimiento del rap para las clases bajas, impregnando la sociedad no con ideologías como la doctrina Rastafari, sino con estilos de consumo e identidad juvenil. De modo que los ambientes donde se consumía la marihuana cambio de target, la juventud de todas las esferas.
¿Por qué cae tan mal la marihuana?
El estigma sobre la marihuana y su negatividad esta tan fragmentado que cualquier definición sobre su consumo es compleja. Hay razones culturales que la defienden, pero sociales, e incluso dogmáticas por las que la marihuana tiene tan mala imágen. Lo que es muy cierto es que su consumo se da en cualquier estrato social incluso nivel académico, personas de profesiones muy éticas la consumen y bajo diferentes necesidades, no sólo recreativas, sino para bajar el extremo estrés que conlleva la vida moderna. La consumen en la oscuridad profesionales de la medicina, la abogacia, la sicología, la policía, los políticos, los consejeros juveniles, religiosos y en el más permisivo campo los artistas, por lo tanto la moral no cabe en determinar al consumidor, es un acto de elección personal.
La Cocaína y como contribuyó al consumo popular de la marihuana.
Metamos a la cocaína en la vuelta, porque tiene mucho que ver con la marihuana. Al destruirse el eje del imperio de los carteles del narcotráfico con Pablo Escobar el consumo se expandió más, porque se descentralizó la industria de la droga y provocó el libre mercado abríendose a quien clandestinamente deseara producir cocaína, así bajó el precio y aumentó el consumo alcanzando a estratos humildes y con ella otro producto sucedáneo menor; la marihuana, que influyó como puerta a la cocaína, popularizándose en latinoamérica. En el caso de Panamá, en la dictadura el control de la cocaína lo tenía el estado mayor, pero al llegar la invasión ocurrió lo mismo que con la desarticulación de los carteles colombianos, creando nuevos distribuidores y más consumidores con el descontrol y de paso afectando familias, trayendo muertes y asesinatos por el control del negocio, con defunciones en números más elevadas desde entonces que las muerte por la invasión norteamericana y contando.
Diferencias entre la cocaína y la marihuana
La adicción a la cocaína desorganiza el sistema cognocitivo en las personas, no deja al cerebro crear nuevos conceptos y la sobre-exitación que produce inhibe tantas conexiones neuronales que la persona pierde la capacidad de plasticidad del cerebro y la habilidad de procesar el aprendizaje; en pocas palabras detiene el crecimiento intelectual de la persona. Ya entendemos de donde nace el arte abstracto, el Kitch y demás desordenes artísticos -perdón por el sarcasmo.
El problema de la cocaína es que mientras se consume crea estados alterados del carácter y la adicción se crea debido al constante consumo que hace que los centros de placer se hagan menos sensibles a la cocaína, cada vez necesitándose dosis más altas haciendo al consumidor un asiduo permanente a la droga. Las personas que consumen cocaína si tienen ya problemas de carácter se tornan violentos e irrascibles y son difíciles de lidiar, más si eres un man tranquilón a alucinar se ha dicho.
Por otra parte, los efectos de la marihuana actuan sobre los receptores de THC, que estan 10 veces más distribuídos en el cerebro que los de dopamina, creando un estado de relajación muscular y arterial, afectando los centros del equilibrio provocando la sensación de que se flota, o sea que quedas «high» en las alturas y te iluminas cual Shaman, por eso le dicen con mucha propiedad la Yerba Santa, produciendo nuevos creyentes cada día.
Yo soy hereje, ya que no experimentaba esas cosas las veces que fumé, lástima por mi ateísmo herbolario. La marihuana no crea adicción ni efectos dañinos a largo plazo, se puede dejar en cualquier momento, pero el efecto de su uso frecuente crea dependencia, sobre todo – y esta es opinión personal, en personas sin ningún tipo de intereses personales o recreativos fuera de su consumo, porque lo he deducido-. Esto nos lleva a la idea de que quizás (sarcasmo) puede estar interconectada con el crecimiento de la población NINI. Y con cierta razón vamos entendiendo la doctrina rastafari, su excesiva paz y alegría con el «chilling time» y su vocación de vida apegada a la doctrina.
Sorry por mis amigos y amigas que me han brindado marihuana, pero no puedo mentir, yo respiro de 60 b.p.m. para arriba y no deseo pasar más allá de la conversión santa, ya que me encanta tener mis 5 sentidos afilados, aunque tengo uno a medias; mientras ustedes gozan. Aunque recuerdo un debate artístico que sostuve con una amiga sobre el valor del arte abstracto y la genialidad surgió en mi para defender mi punto de vista ante su alegación de que este arte no tenía profundidad y logré hecerle comprender que sí por lo que quedamos de acuerdo al fumar la pipa de la paz. Lo olvidaba, la marihuana no me hacia reír, pero si tener agudeza mental. Y sobre todo depende de con quien la compartas.
La nueva ideología social sobre la marihuana en la actualidad.
¿Que países están promoviendo el libre consumo de la marihuana? Cada foco consumidor tiene razones muy diversas para la defensa de su consumo. Para ciertos Países de Europa, cuya seguridad económica les hace más liberales no es un problema social ni de delincuencia, ya que son países con una madurez poblacional definida, o sea que la gente es consciente de su uso y sus gobiernos cuidan la población.
Para los países latinos hay un asunto más delicado, la delincuencia, que es producto de la pobreza, hace de la actividad del comercio de la marihuana una forma de subsistencia al detal. La marihuana es un producto, que se comporta de la misma manera que cualquier otro rubro del agro. La diferencia es que su calidad de prohibición le hace haber desarrollado estructuras de producción de corte terrorista, por lo que los paramilitares de las FARC, grupos que una vez tuvieron ideologías socialistas, incluyendo los remanentes de Sendero Luminoso subsisten de la producción de cocaína y marihuana. Y en México los carteles actuales de terrorismo local han permeado la política, creando estados corruptos dentro del país.
El problema en latinoamérica con la marihuana es la inconciencia de los caminos que bajo la distribución llegan a cada consumidor. Cada vez que se consume la marihuana se contribuye al crecimiento en poder de los carteles, las plantaciones, los asesinatos, el terrorismo y violencia al cual sirve efectivamente la pobreza e ignorancia de los ciudadanos que en cada país son quienes sacrifican erróneamente sus vidas por un sistema que bajo la presión en crear distribuidores y consumidores deterioran las bases de una sociedad segura y sin violencia.
De forma sencilla, se contribuye al estado de corrupción, baja el rendimiento académico de la población, se superponen estos valores erróneos por los de una sociedad civil sana. Por tal caso las legislaciones que optan por la legalización de la marihuana deberían buscar desarticular el foco antisocial que genera su illegalidad. De manera que elimina los peligros que hacen a la cocaína y la marihuana alcanzar precios altos para su exportación ilícita y que la gente sumida en la pobreza y los que quieren dinero fácil no opten por entrar en la rueda delincuencial del mundo de las drogas. Suena fácil.
La juventud siempre será la misma de décadas anteriores, y la actual se enfrentará a dificultades diferentes con la alta competencia en un mundo más difícil al de los obstáculos que su anterior generación, superados sin el uso de un aliciente alucinógeno.
La marihuana Ilícita vs la Marihuana natural
La marihuana que se fumaba en Woodstock en 1969 contenía naturalmente THC, su ingrediente psicoactivo. Pero el producto que se provee en la actualidad de forma ilegal ha pasado por procesos químicos y de cultivo genético que han modificado a casi diez veces su poder y cantidad de THC, sin contar los derivados en donde existen diferentes denominaciones del producto potenciadas con otros estimulantes químicos.
Sobre la potencia medicinal de la Marihuana
La marihuana consumida como porro no ofrece ningun beneficio a la salud, ya que al quemarse pierde todos los elementos medicinales. Su legalización en Uruguay, el tercer más grande productor de marihuana del mundo no la ha legalizado para hacer de ella grandes usos medicinales e investigativos, sólo su consumo regulado por el estado, y en mancuerna con la narcopolítica, o sea que se ha convertido en una herramienta que beneficia a la corrupción. Sobre el aspecto medicinal la marihuana, se ha utilizado con data de 5,000. Sobre los nuevos descubrimientos y sus usos se ha comprobado ayuda a mejorar, reducir y aliviar males y dolencias crónicas en diferentes tipos de enfermedades. Por ser una planta usada en tan diversos casos, aún se hacen investigaciones sobre que componentes en la marihuana actuan eficazmente para cada diagnóstico. Por ser tan versátil, las prohibiciones médicas siguen regulándola debido a que confronta intereses comerciales que afectan a la medicina sintética de las Big Farmas.
El cannabis ha sido efectivo en tratamientos terapéuticos para el sida, aumentando el apetito en los pacientes, en niños con epilepsia el aceite como extracto les ayuda porque funciona como un neuromodulador, tambien ayuda en el parkinson, el alzheimer, el autismo y en trastornos del desarrollo y la atención. El único inconveniente, necesario a la vez, es que crea dependencia actuando como una medicina de uso permanente. Su prohibición como medicamento tambien se ve refrenado por la competencia de las Big Farma que ven a la marihuana como una fuerte competidora contra sus productos sintéticos. El aceite de marihuana aún conlleva prohibiciones en las aduanas pra su exportación medicinal desde los Estados Unidos.
En resumen este artículo se nos ha alargado lo suficiente como para quedar claros en todo lo referente a la marihuana, una planta que ignora su propia repercusión en el mundo y cuyo significado natural se ha alterado por asuntos políticos, raciales, y la misma acción que la ilegalizó la convirtió en un mal social.
Y dígase más refinadamente, en un producto masificado para el control de la población pensante al incluirse como diluyente de ideologías de masas que ante sus momentos claves, la presencia del cannabis trajo un efecto disuador sobre aquellos cambios humanos potenciales que la sociedad necesitaba en aquellos días. Y la moraleja es que, donde surge una corriente de altos ideales, al mismo tiempo surge algo que fragmenta estas fuerzas sociales y la demonización histórica de la marihuana por el gobierno de los estados Unidos cumplió con esos objetivos de distracción. Divide y vencerás.
Por el lado personal pienso, lo que no se inventa, no existe, como el hecho de que nadie entra al monte a descubrir marihuana, tal es Jamaica, que la yerba era silvestre y sólo se usaba para la industria textíl, más aún no se fumaba de forma masiva, sino que hubo un componente religioso que actuaba sobre una comunidad costeña y luego en América otro político y hoy día la sociedad no anda como debe.
No soy religioso ni aplico alguna ideología, pero cuando se es testigo de como personas que consumen alguna droga, incluso alcohol, sin control, destruyen sus propias familias, y así las repercusiones continúan y ves como se truncan sueños y las secuelas tocan la educación familiar; la autoridad, no contra el gobierno en sus días, sino contra la autoridad de la familia, la ignorancia detrás de su uso, nos dice que no aporta nada útil en manos equivocadas, en términos de mejorar la sociedad.
Esta generación tiene sus obligaciones en este tiempo que más adelante le suscederá otra, no somos dueños del presente. Hay demasiada división para crear un concenso real sobre las problematicas mundiales como lo es este caso. El asunto de la marihuana no es tan sencillo de determinar como las corrientes modernas de humanismo defienden, no estamos entre una sociedad lo suficientemente madura, como para absorber de forma objetiva y responsable su consumo. Además, queda una latente mezquindad entre las comunidades en pobreza, que ha ayudado a promover el consumo y que necesita una reformación mental (cosa difícil) en el caso de america latina y el bajo nivel educativo como males a diluir en un mundo lleno de intereses egoístas que apuntan a una explotación lúdica de estilos de vida peudo-vanguardistas. Peace n’ Love.