La Familia Pepollo cómic

Sacando de los archivos un par de proyectos viejos, existió la Familia Pepollo, una familia que se las arreglaba para tener lo que una familia necesitaba, entre carencias y esfuerzos Papa Pepollo solucionaba.
En esos años donde todos los muchachos querían dibujar manga, superhéroes, Gokues y Sailormoones uno se preguntaba si esas corrientes llevaban a crear realmente o eran sólo producto de la pubertad. Más pensaba, hay que hacer algo diferente, algo que todo el mundo comprenda, desde chiquitos hasta grandes, porque las influencias absolutas no enriquecen la gama de corrientes de las cuales inspirarse. Y bueno así se creó entre tantos otros proyectos de esos 2004 este breve cómic. Prácticamente eran unos tiempos en que la creatividad estaba floreciendo, el internet hizo resurgir el espíritu imaginativo en todo tipo de artistas neófitos, pero con una gran necesidad de expresión. Lamentablemente el fenómeno manga creó en los 90’s un quiebre cultural producto de la comercialización con el crossover asiático y la distribución del anime, haciendo que los mismos países que tradujeron el lenguaje japonés al español abandonaran sus propia fuerza editora de historietas y tebeos; México Argentina, Chile y España, países líderes en el cómic latino hasta mediado de los 90’s.

Luego debido al internet pasamos de la era disciplinaria a un lapso paleolítico, donde tomar un lápiz y un escáner alimentaba el talento de muchos artistas latinos, ya inspirados más fielmente en cómics de raíces ibéricas. El cómic o teveo español fue un producto de bajo consumo en nuestro país debido a nuestra cultura de la poca lectura y el impacto total de la televisión, mientras que en el resto de América con influencias más europeas el teveo español era muy consumido. en segundo orden el inglés y el francés.

El cómic latino se basaba en historias cortas, regionales, humorísticas, y de moraleja. No teníamos  enraizada esa influencia norteamericana del superhéroe en nuestro interés por crear. Los personajes sociales, pintorescos y de tradición florecían en las páginas de creación latina. Condorito, Memín, Kaliman, Blue Demon eran la fiel realidad de nuestras influencias, además del western y las novelas detectivezcas y pasionales de bolsillo mexicanas. Teníamos una real gama de influencias creadas desde dentro de nuestros pueblos. Con su lenguaje y ambiente particular. Eran las reminiscencias de ese mundo cosmopolita que se veía surgir en las ciudades más desarrolladas de América latina.

 
Inspirada en una década donde no existían los televisores planos, donde los Simpson fueron un referente sólo en estructura, familia Pepollo pretendía parodiar los problemas económicos de una familia que era fácilmente influenciada por el consumismo, dentro de una sociedad llena de antivalores que afectaban a la familia Pepollo, una familia donde la improvisación de Papá Pepollo estaba a la orden. Listo, chao. Este cómic es CC. (Creative Common).