Crecimos viendo demasiada TV y saliendo al cine con cada Película de Rambo, Van Damme, Steven Seagal y Schwarzenegger mientras que por debajo de ellos poco recordamos otros actores clase B, Como Michael Dudikoff o Carl Weathers, pero en una selección especial desde asia tenemos también al siempre admirado Jackie Chan.
Como todo niño admiré la valentía extrema de estos hombres de carne nutrida en testosterona y huesos de puro hierro. No se sí era por su resistencia a los golpes o la forma de vencer a sus enemigos, pero cada actor tenía su relación personal con su público y de ahí un apego por su personalidad y carisma que recordaremos a continuación…
Sylvester Stallone
Ser niño te hacía fusionar las películas con tu realidad, incluyendo comparar a la gente del cine con la gente mala que te rodea y esas personalidades las materializaba uno por la manera de actuar de los actores de cine y Sylvester Stallone a mi me parecía como salido de la Fania, de New York y de toda la salsería de la época. Era como un italiano de las series policiacas de TV, y sospecho que todos lo veíamos como un padre, ya que aprendimos algunas enseñanzas que nos inculcó con su personalidad.
Era como un padre recto y que te exigía ser excelente y constante ante la adversidad, y eso se nos quedó en la mente cuando jugabamos a ser Rambo, además también nos enseño a ser individuos fieles a nuestra masculinidad, aunque él en su trato con las mujeres era un tipo más orientado a agradar a sus amigotes, cosa que feminamente no lo veían bien las mujeres. Así que poraí vamos entendiendo por las que a las muchachas no le interesaban las películas para hombres, cero romanticismo.
Arnold Schwarzenegger
Este personaje lo conocimos en Terminator y Conan. Carecía de empatía social, ya que; o era un bárbaro o un robot sin emociones. Lo notable era que era el personaje favorito de los maleantes, antisociales y jovenes escasos de cerebro intelectual. Como padre, representaba a aquellos papás de barrio que no están por ti, sino para que te adaptes al entorno y aprendieses a tirar tus puñetes para defenderte en la calle. Un héroe casi perfecto para aquellos días de dictadura militar. Y bueno, él no hablaba mucho, así que casi nada te podía enseñar, sólo a hacer cara de temple como los maleantes.
Jean Claude Van Damme
…porecito decían las mamases
Aquí dejamos a los papás y nos encontramos con el héroe amigo, el hombre de honor, el hermano de la familia. Con él las mujeres empezaron a acompañar a los novios al cine. Van Damme y su blandura nos imprimió un sentimiento de hijo de madre contra la maldad del mundo, queriamos verlo vencer a los malos y salirse de ese mundo de maldad, ya que él no era de ahí, como toda mamá supone de su hijo, él era sólo una víctima de las circunstancias, en una década donde nuestros hijos caían en manos de las drogas; los 90’s donde estaban de moda las rehabilitaciones de las drogas, el crack, y demás peligros en estupefacientes.
Charles Bronson
El veterano abuelo. Fue un personaje con misiones tan extremas que era como un papa Dios que solucionaba lo insolucionable sacando con sus acciones a personas del bajo mundo y la mala vida, ya que tenía que meterse en mundos de tanta maldad que ni nosotros podiamos imaginar, por eso lo de Papa Dios. Defendía a los débiles, pero con la vieja gracia de depender de un arma tamaño garrote más que de sus músculos. Era el Liam Neeson balístico de Antaño.
Steven Seagal
De aquí nos vamos al que al contrario de Bronson ponía por delante los golpes y rompedera de tendones, mientras que le ponía tilde a la acción con su escuadra. Aunque teníamos a un inexpresivo Arnold y un machista Stallone, por acá teniamos a un Seagal cabreado y lleno de odio interno. Su espíritu Nazi anti-maleantes era su mayor atractivo de acción. Todo el tiempo con cara de mal humor, tan denso era ese mal aura que tenía que te era difícil hasta estar seguro de sí simpatizaba con la gente buena a la que ayudaba. Era un héroe de sentimientos vacíos y ni una sola lágrima. Era como un alienígena del deber con algo de asperger. Si bien creo que existe un anime que al parecer se basó en Seagal para la personalidad de su personaje…
…el cara de yeso Golgo 13
Jackie Chan
Era el más divertido, en favor a nuestra sensación de drama y sufrimiento que experimentabamos con los demás héroes. Por él nunca sentiamos peligro, sino que ver sus películas nos devolvía a los días de recreo escolar, donde tirar patadas y brincar en el corrincho era la delicia infantil. No lo veíamos como un papá o un hermano como los demás, sino como un amiguito que hacía lo imposible por ayudar a la gente, aunque se quédase sin pan ni futuro en el intento, ya que en sus peleas de cocorrones, cachetadas y zarpazos todo se disfrutaba en tiempo presente sin mirar hacía el futuro.
La meta de las películas de héroes de acción
Los 80’s y 90’s fueron la era dorada de la arrepinchosa testosterona, la única misión de estas cintas era entretenernos, las actuaciones de los actores principales no importaban, podían ser mediocres y lo eran, y no esperabamos tanto del género, sólo balas, puñetes y voladera de piernas. De manera que los héroes de acción representaban nuestros pininos en machonería y nuestro temple ante la futura vida, como terapia ante nuestros controles de la ira, consuelo frente a nuestras batallas perdidas…en sí nuestros placebos para las impotencias de la vida, he ahí la emoción que nos dan los héroes de acción supliéndo aquella carencia y necesidad de un segundo padre y sus enseñanzas.
¿Por qué a las mujeres nunca le gustaban las películas de acción?
Todo tiene una explicación y no es tan complicada de entender. Primero, las mujeres no entendían esa espacialidad deportiva en que los hombres nos desenvolvemos, por lo que ni los deportes les interesaba en el pasado. Otra razón era que estas no eran películas con un aire romántico, no salvaban a una damisela en peligro únicamente, como sí ocurría en la famosa película de Whitney Houston, El Guardaespaldas, película que amaron las mujeres, de manera que las películas de acción no tenían al principe que salvaba a la princesa de los dragones, ellas no eran el tema principal u objetivo y meta en estas películas. No había un piropo hollywoodense para ellas. Tampoco les gustaba que estos héroes de acción se la pasaran defendiendo y sacando del mal vivir a mujeres prostitutas. Malucas y moralistas que eran las mujeres de antes.
Pero todo ha cambiado y ahora las mujeres van al cine de testosterona, tienen sus gustos ya masculinizados odiados por las feministas y como en la última entrega de Rambo, ellas van a ver al héroe, porque tenemos a un valiente John Rambo que va a rescatar a una joven muchacha en peligro.