Quiero experimentar con un nuevo segmento, porque no todo es listas. Hay gente muy interesante en la historia de la humanidad que merecen su espacio en la web. Pero no así serio y sobrio, sino al estilo Herag TV. O sea, a lo que salga.
Y para empezar decidí hablarles de uno de los artistas que más admiro: Henri de Toulouse – Lautrec, mejor conocido como…Toulouse – Lautrec (¡TADAAAAMM!). Fue lo que le tocó y nadie se atrevía a decirle: gnomo, enano, duende, buzo de pecera, muestra gratis, esquimal de freezer, leñador de bonsai, muñeco de pastel de boda, ni ninguno de esos apodos que nos tocan a los chaparros…El man era tough.
Del tipo: Sobrero de copas, bastón y pantalón a cuadros tough.
Voy a empezar por la parte del morbo. Toulouse – Lautrec nació en 1864 y fue un enano, borracho, alcohólico, de huesos frágiles, amante de las prostitutas que contrajo sífilis y murió en su casa no sin antes pasar por un manicomio…Oh sí, también era un genio. Un pintor, dibujante y cartelista francés. De los mejores de su época y una de las figuras más interesantes del arte a nivel mundial.
Su infancia fue feliz, aunque estuvo marcada por muchos problemas de salud ya que Tuli – como cariñosamente le llamaré de ahora en adelante porque su nombre esta largo y me da pereza escribirlo – fue producto de la endogamia. O sea sus padres eran parientes. Primos para ser exacto. Ya saben eso de que entre primos y parientes la cosa es más caliente y no…no, eso no esta bien. El niño tuvo muchos problemas de salud por culpa de ese relajo y ningún infante inocente merece llegar al mundo así.
Salvo este…Ash como odié a este tipo.
Sus problemas congénitos fueron solo uno de los obstáculos a los cuales Tuli tuvo que sobreponerse durante su vida, ya que haciendo deporte sufrió dos caídas muy graves. Estas caídas atrofiaron sus miembros inferiores y no le permitieron crecer correctamente. Por lo cual alcanzó una estatura de tan solo 1.52 metros. Cool para entrar al cine a medio precio, focop para jugar basquetbol.
Pero no todo era mala leche para el pobre Lautri (otro sobrenombre rebuscado), ya que su familia era de sangre azul o sea de la nobleza, aristócrata, yeye, supicucú, rabiblancos del siglo XIX. Lo cual le ayudo a desarrollar su carrera de pintor con mayor facilidad.
Se mudó a París en 1881 formándose en academias como la de Leon Bonnat y Fernand Cormon. En el estudio de Cormon se hizo amigo de un man dizque Vincent…Vincent van Gogh. Mejor conocido como » el que se deprimió y se corto una oreja». Acción que luego hizo nacer a La Oreja de Van Gogh:
«Cierra la puerta, ven y siéntate cerca que tus ojos»…¿de qué estaba hablando?…Oh sí: Toulouse-Lautrec. Sigamos.
Comparado a personalidad de van Gogh (retraído y solitario), podríamos decir que Toulouse – Lautrec era lo opuesto a esto. Un personaje muy social, excéntrico y conocido entre las celebridades de aquel entonces. Era un ícono del Chollywood o Frechiwood o como sea que se le decía a eso en Francia.
Esta fama se debía en gran parte a que siguió un camino diferente al de muchos de sus colegas y no se dedicó a pintar paisajes naturales como otros pintores de entonces. Lautrec prefirió la vida nocturna de Parías, lugares cerrados, oscuros, bares, cabarets, prostíbulos. Lo cual le permitía tener una excusa para arrancarse y hacer cualquier estupidez que se le viniera en gana.
Aja…
Sin embargo y pese a lo que muchos podrían pensar, el tipo era muy responsable. Llegaba temprano al estudio y terminaba sus proyectos con tiempo. Y entre las cosas que le encantaban al señor pintar se encontraban las inspecciones médicas, ver a las prostitutas cambiándose (por motivos artísticos), las expresiones de los cantantes, las locuras de los payasos, en fin, todo lo que envolvía el ambiente y París de noche. En especial de un lugar que le gustaba mucho…El Moulin Rouge:
«Voulez-vous coucher avec moi (ce soir)?»
Este era su spot, se segunda casa, la cueva del chiquitín. Aunque acudía a otros lugares de la escena nocturna, este fue sin duda alguna el que más le gusto, ya que llegó a convertirse en el tema central de muchas de sus piezas más famosas.
Por otro lado, Sin Lautrec es probable que el Moulin Rouge no sería tan famoso hoy en día, ni habría llegado Lady Marmalade de Christina Aguilera y todo esas poncheras. Sería parte de la historia sin lugar a dudas, pero Tuli le dio un no se qué al Moulin que hizo que todo el mundo quisiera conocerlo.
Esto quedo plasmado incluso en la película de 1952 Moulin Rouge, la cual fue hecha nuevamente en el año 2001. Y aunque amó con toda mi alma a Nicole Kidman y a Pink, me quedó con la de John Huston. En esta cinta Tuli fue interpretado por el ganador del Oscar nacido en Puerto Rico, José Ferrer:
Han habido 6 Películas sobre Moulin Rouge y esta es la que más me gusta. Además es la única que entiendo, pero eso es porque mi cerebro a veces no da para tanto y en la del 2001 el joven Obi Wan Kenobi está aprendiendo a bailar y no sé, eso me da cosa.
Al final Henri de Toulouse – Lautrec murió en 1901 a los 36 años. Y dejo un legado impresionante. Su calidad artística esta reflejada en sus obras llenas de vivacidad y movimiento. Era un genio captando la espontaneidad y escenas de lo cotidiano. El tipo pintaba de forma muy rápida, poseía una memoria fotográfica. Se podría decir que fue un gran caricaturista también. E allí la importancia de su obra y de su legado ubicado en el rubro de los pintores neo – impresionistas.
No puedo irme sin antes mostrar 7 de sus mejores trabajos:
1. El Beso, 1892
2. Retrago a Van Gogh, 1887.
3. El Inglés en el Moulin, 1896.
4. Dos Mujeres Bailando en el Moulin, 1982.
5. La Inspección Médica, 1894.
6. Cartél a Jane Avril, 1893.
7. Jane Avril, 1893.
No soy crítico de arte ni nada de eso, solo soy un fiel seguidor de lo bueno. De aquello que ha dejado algo importante y significativo para la cultura general. Por eso me gusta compartirlo. Y espero seguir haciéndolo. Me despido por hoy, pero prometo que vienen más de estas.