Tiempo atrás vender juguetes en un supermercado era impensable, porque se vendian en las jugueterías y sólo veías uno si cumplías año o para navidad. Aún así había un lugar donde tenías juguetes todo el año, en la tienda del chino. Eran juguetitos baratos mezclados entre las bolsas de burundanga que colgaban de esas cuerdas de tender que usaron los chinitos para tener a mano las burundanga que les pedías, estos eran los recordados juguetitos de tienda. Esperamos entre los que te pondrémos en este artículo haberlos recordado todos y nada más que todos.
Las Capsulitas con Premio
«Como para volverse loco»
Para empezar hablaremos de las que estaban en las farmacias y en una que otra tienda. Si para los abuelos la emoción de ver algo desenroscarse lo son las balotas de la lotería, para uno lo era abrir estas capsulitas con premio. Venían dentro de la misma máquina que contenían los aún existentes bolonchones de chicle. Metías tu cuara (25¢) y a ver cual te salía. Eran como tus pininos de casino pero en modo infantil. ¿Por qué? Porque no sabías cual te iba a salir por la rendija. Y a resignarse si tu premio era una porquería.
¡Lléname, lléname que este negocio es Bingo!
Además algunos de esos juguetes guardan mucho parecido con…
Las bolsas con millo de colores que también traían premio.
Como ya no existen esas bolsitas con millos de colores con la imagen de arriba te refrescaremos un poco la memoría. Venían en bolsitas plásticas transparentes y como el chino las tenía todas sorteadas a lo loco dentro de una bolsa más grande lo poníamos a él de vuelta y media para que nos diera una bolsita con un premio que no fuera repetido.
Y para ponernos más malditos con tus recuerdos, así eran los premiecitos que venían dentro del paquete.
Si recuerdas algunos de estos imagino también otros que no están en la foto. como la plancha, el carrito de monopolio, la hamburquesa, el mini-juego de barajas, el reloj de arena, la calaverita y ¡vaya a saber cual se me escapa de la memoria!
El tubito de hacer Globitos
Esos nombres que uno le pone a estos chécheres es culpa de los chinos que tampoco sabían como se llamaban. Estos globitos todavía se fabrican y vienen existiendo desde mediados de los 70’s. En la práctica, si eras rápido, podías hacer tremendos globos. Sino se te secaba y pasmaba el bendito globo por andar soplándolo como las santas güevas. Admito que el olor que despedia la pasta me bateaba un poco, además me daba dolor en la mandíbula cuando abusaba de la globera que hacía.
Viéndolo bien esos globos mientras más grandes más parecían como corazones de verdad.
Para los que se fumaron y trabaron con la escencia de la misteriosa pasta plástica que salía del tubo, según la ciencia que todo lo devela, la materia de la que estaba hecha era…Detengan un poco la velocidad de su RAM mental, es: ACETATO POLiViNÍLICO con ACETONA ETÍLICA y colores inofensivos. Ya entiendo porque me mareaba de lo lindo, porque de esto también se hace la goma de zapatos y es la misma con la que se batean los pepenadores que no tienen para el pegón.
Y según estas instrucciones que ví en un paquete, hasta le puedes quitar el trabajo a cualquier payaso globero.
La bomba de papel
Jalabas el cordelito del cacharro este y buscabas una víctima pa’ echarle encima todo el poder del BOOM que hacía el polvo blanco revuelto con papelillo que tenía dentro.
Es un invento muy chino, hecho con pólvora blanca. Cuentan porai que ellos usan esta pólvora blanca para volarse y quedar en orbita. Y parece que no hace tanto estrago como la cocaína, pero el exceso de todo siempre hace daño.
Los globos tie-dye (taidai)
Globos de colores. ¿Quién compraba eso? No sé, pero ahí estaban colgando en la tienda por racimos pegadas al clásico cartón. En realidad eran los papás con poca imaginación quienes se las compraban a sus hijos cuando los llevaban a pasear para que se fueran contentos con sus globos y no jodieran preguntando agüebazones en el camino.
El Pito Canarito
En todas las tiendas se vendían, cuando ya comprabas el tuyo no te daba pena soplarlo para ser un pajarito más de la naturaleza (aiñññ). Cuando te lo pegabas a la boca creías que tenías licencia para trinar como azulejo y para ser más «hat» lo llenabas con agua de la pluma y…
TRO LO LO LO LO LO LO LO LO LO LÓ, JE-JE-JE-JE-JÉ, JA-JA-JA-JA-JÁ.
Hélices de juguete
Nunca me compré este asunto aunque hayan colgado por años del hilo de la tienda del chino. Muy sofisticado para mi. Ni lo supe usar. ¿Cómo era la cosa? Envolvias con el hilo la parte de arriba del mango, jalabas a toda mecha y salía disparado el hélicecoptero este. ¡Claro! un chirrín de imaginación y ya era tu lobo del aire.
JACKS
Aún existen y los meten en las canastitas de cumpleaños. Para nosotros es juguete ara niñas, porque así pensamos acá, a lo mejor por Vietnam los más machos hacen torneos, chinguean y pierdan hasta la esposa con esto, que sabe uno. Pero acá pela’o que no haya jugado su par de tandas con una prima o amiguita en vacaciones no ha sido panameño. Lo más agradable para mi era ver los juegos de las diestras manos de las pelaitas que desaparecían esos jacks como por arte de magia. Confieso que pillarlas jugando jacks era mejor que ver a los manes enfrascados jugando dama.
El Rompecabezas de Números
Irresistible, sólo tenías que saber contar del 1 al 15 para jugarlo. Era tu consuelo de bruto si no pegabas una con el cubo Rubik y como el cubo Rubik también te dejaba angustiado, cuando casi lograbas terminarlo porque después de completar casi todas las líneas había que redesbaratar las ya hechas para calzar el último número. Me siento afortunado, aún tengo el mío.
La Mini-LUGER de metal
Yo no sé por qué si habían más armas pritty, los chinitos sólo vendían la Luger Alemana. Aquí pongo las seis, porque si recuerdo el cartón venía repleto de Lugers y ninguna de estas. De paso no sé, pero llegué a tener la primerita, que es una pistola Derringer de 1866 del viejo oeste de sólo dos tiros. Me acuerdo que las usaban las mujeres en las pelis de vaqueros. Escribí toda esta baba para hacer el texto más largo.
Paracaidista Runcho
A este bellaco lo traían en racimos, como para que uno los quisiera todos y desde el balcón irlos lanzando para en mi imaginación recrear la batalla del día D en Normandía y así se los lleve candanga a todos, porque tirar uno e ir a buscarlo en casa del rayo como que no era tan divertido. Jugar con estos paracaidistas era como muy forever alone, a menos que abajo en la calle tuvieras un amiguito apasionado por traértelos de vuelta.
Los juegos de Ping Pong
Chino que aún venda juego de Ping Pong se merece mis respetos…y más quien lo compra. ¿O será que quien lo compra no tiene plata para un Wii? La cosa es que es tremenda «pifia» (pregón viejo usado con derecho en el post). Si ven gente jugando Ping Pong hoy día, disfruten ver esa vaina que allá donde hacen los nintendo Wii todavía lo juegan.
EL YO-YO DUNCAN
En los 80’s fue tan poderosa la fiebre del yo-yo que la marca Duncan los hizo más populares que McDonald’s al Bic Mac en sus días. Había Yo-yo para todos, por eso hasta en la tienda del chinito los vendían. Esa moda duró como 5 años y los yo-yos, sino eran Duncan no eran yo-yos, decía el comercial. ¿Y las competencias?¿Y dónde quedaron los yo-yeros o como se les llame a los Pro? Mejor miren por donde va la vaina hoy día en este videito.
Tenía que ser en Asia, esa gente no deja las manos quietas.
El Trompo
Chinito pasa un trompo que ya tengo los 75 centavos. Y chinito dice-«Ah…ya acaba; enante pelao lleva útimo.» Bajo luego a la tienda del otro chino y tampoco tiene. Si no tenías trompo en esos días no eras normal. Y si eras birrioso los demás pelaos te creían si veían que tenías la palma de las manos como las de Jesucristo. El último modelo de trompo que existió fue patriota. ¿Por qué? Porque como el de la foto tenía todos los colores de la bandera. ¿Quieren videito también…? O.K. Vamos a ver como anda la evolución del trompo ahora.
Quién mejor que un veterano para enseñar la vaina…y si el video dice «A libre interpretación», a ponerle sobrenombre a esas piruetas, sobrenombres tales como; sólida, supersólida, más sólida, solidísima o mega-solidisíma, chuleta, es que éstas no las había visto nunca.
Ahora nos pasamos a la sección de armería de la tienda del chinito
La Pistolita de agua
¡¡¡Cómo no vamos a poner la pistolita de agua!!! Recuerdo cuando me compré una donde el chinito y la llené de agua y tiss tiss, echa agua, echa agua y se le salía por el tapón de atrás porque ‘taba flojo. El chinito condenao no me la cambió. Así que traumado ando desde entonces. Confieso que me da envidia ver las megabazukas que usan los pelaitos de hoy día en los carnavales. Todo evoluciona.
La pistola de chupones
El chinito te vendía diferentes maneras de matar a tu amiguito con todo tipo de arma, balas, calibres, y detonaciones. La pistola de chupones era la ideal para pegarle un cuetazo en el ojo a tu amiguito enemiguito.
Pistolas de papelillo
La pistola de papelillo traba dedo. A esta vaina a veces se le ponía muy terco el gatillo y más si tenías la suerte de comprar mucho papelillo, tenías la otra mala de que el gatillo te machucaba el dedo si te ibas en el gusto.
El mismo cuento del gatillo, pero ya aquí era problema tuyo porque de tanto apretarlo te ahincaba el hueso del dedo y después ya no podías hacer el disparo doble de Clint Eastwood.
Arañas, culebras , murciélagos y sapos de plástico.
Justo lo que amaba un niño de la época de cuando no existían las cámaras escondidas. Pa’ congraciarse en la escuela, con las tías, con las primas pendejas; cuando uno se daba cuenta de que lo eran. Había que comprarse el arañón más grande pa’ picar. Ya después llegaron insectos más grandes como los cucarachones y las cigarronas. ¡Oh! me acuerdo de una anécdota. Un tío trajo a la casa una lagartija de goma y le dió a «comer» maní…y luego le pregunté que ¿a dónde se fue el maní? y me enseña la barriga llena de pedazos de plástico que de por sí era un efecto de fábrica que tenía el lagarto y que yo me creía era el maní. Pelaíto al fín.
Y al fín también llegó este recopilatorio de algunos de los más impactantes juguetes que vendía el chinito de la tienda. Se preguntarán, por qué han desaparecido, si aún hay niños chiquitos. Bueno sólo miren como ven los pelaitos hoy día las canastitas en los cumpleaños, las miran con desprecio prefiriendo estar zampados en la casa tirando palanca con el playstation. Bueno, esperámos les haya sido agradable el viaje. Cero lagrimitas de nostalgia ¿ah?