por Seguimos Volando, pero ahora bajito porque ya van 3 días de lluvia por acá. China tiene todo grande (ombe), y lo que sería en Panamá una lluviecita de fin de semana ya se ha transformado en Alarma Nacional. Sobretodo en el Sur. Así que aún estamos encerrados protegiéndonos de la que moja para no empaparnos las alas.
No somos nosotros cuando nos mojamos. La lluvia nos jode.
Aún así pudimos ir a La Ciudad Prohibida y pasar una tarde «JAT» en grupo, con los «chinameños» que andan por acá. Un grupo bien cool de panameños que se están portando fino y paseando como dementes. Puros manes serios y una man seria que se porta fino. Panamenian representing and shit.
Esta vez nuestro destino fue la Ciudad Prohibida en Beijing, justo en frente del Tiananmen Square. Un complejo enorme en dónde ciertamente pasaron cosas muy interesantes de las cuales no hablaremos porque pues…no, hay temas sensibles que no nos competen a nosotros. Acá estamos más para darles a conocer este mágico lugar, para ver si se emocionan y se tiran un paseito por estos lares.
The Mao Man is Waiting for you here.
Decidimos ir en domingo, ERROR. No sé si ya les habían dicho, en clase de humanidades o lo que sea que den ahora en las escuelas, pero en China hay buca gente. Buca, pero buca de buca de gente. En Beijing nada más hay más de 17 millones de habitantes, y eso fue en el censo del 2010. Hoy ya debe haber más, con todo y los controles de natalidad que tiene el país. El asunto es que es mejor que vayan un día de semana o en fechas que no sean las vacaciones escolares, créanme cuando les digo que esto les va a resultar más cómodo, sobretodo a la hora de entrar.
Antes de decirles como llegar, cuanto cuesta, y las cosas que Mao nos hizo sentir (¡Ay!), primero quiero darles un pantallazo de qué es este lugar y el porqué de su importancia histórica.
Varela después de comerse un snickers picante.
La Ciudad Prohibida de Beijing era en sus años mozos el palacio imperial de China. El lugar dónde vivía el emperador y su gente. Además también desde este lugar se tomaban las decisiones más importantes del gobierno, o sea que allá adentro estaban los mero -meros chimoleros de la ciudad. La gente de la high, los que dictaban como se manejaba todo, encerrados en el mismo recinto sin poder salir, ya que para poder entrar o salir de este lugar tenías que pedirle permiso al Emperador.
El lugar estuvo en funcionamiento desde 1420 a 1912 y su construcción duró unos 14 años desde 1406 hasta 1420. Actualmente sirve como muestra del nivel de pomposidad que tenían las dinastías y los mandatarios de antaño para dejar ver su poder de manera palpable. Es un sitio enorme, con 980 edificios y 720,200 metros cuadrados, si no estás en buenas condiciones físicas para caminarlo, te veo mal. En invierno porque hace un frío de los mil demonios, y en verano porque los demonios entonces se quedan en tierra y el calor es espantoso, así que hay que estar in shape dude.
Cabe mencionar también que La Ciudad Prohibida es considerada el museo más visitado del mundo con 14 millones de visitantes anuales. Una locura, pero bien merecida que la tiene.
Y ahora, el paseo:
«We got here and we feel Forbidden»
Ya les dije que estaba full por culpa de que era Domingo, así que voy a adelantar esa parte. En China hay controles de seguridad por todos lados y por obvias razones también. Es un país grande y lo visita gente de todas partes del mundo así que hay que cuidarse. En total, recuerdo que fueron 4 controles de seguridad los que pasamos hasta llegar al metro. Luego de eso, formamos la fila para comprar los boletos de entrada, que están en unos 60RMB (yuanes), que es algo así cómo 9 dólares, nada mal para un lugar con tanta historia. Si eres de esos que gustan de tomar fotos, de ver cosas antiguas y de que te miren raro porque aquí nadie se parece a ti, entonces, este lugar va a ser tu Disneylandia.
Pasados todos los controles de seguridad y 15 minutos de fotos con desconocidos (si los chinos ven que no te pareces a ellos, vas a ser una estrella acá), entonces llegamos a la entrada de la ciudad prohibida. Desde el momento en que entras ya sientes el aura de grandeza y te entra como una brisa de cultura así que te mete un garnatón focop, y te dice «Dude, estás en un lugar bien chuchón, men. Eres un idiota son suerte». Así que medio que uno se queda admirando la entrada y respirando profundamente, tratando de recomponerse. En Panamá, aparte del canal, no hay algo tan colosal.
Lo primero que te recibe al entrar son Compuertas de la Suprema Armonía (visto en la imagen de arriba) una plaza con 1,371 metros cuadrados. Se ve enorme de salida, pero no hay que dejarse impresionar, porque aún hay más.
Leona de Plaza Amador.
Algo curioso de las compuertas son Los Leones Guardianes de la entrada, también llamados «Shi», acá en la Nachi. Estos se ubican en muchos templos y se decía que tenían poderes místicos que ayudaban a proteger los lugares dónde eran colocados. Por lo general siempre iban en par, con la leona hembra cuidando un cachorro de león bajo su pata izquierda (como se ve en la foto) y el león macho con una esfera bajo su pata derecha, la esfera simbolizando poder.
La apariencia de los leones es otro asunto interesante ya que nadie se pone de acuerdo con esto, unos dicen que estos leones no representan al león en sí, así que como se ve igualito en Nat Geo y Animal Planet, sino más bien son representaciones de una emoción que transmite el león. Con garras grandes y afiladas, pecho poderoso, boca abierta y actitud desafiante. La otra explicación, la que más me gusta, dice que los leones se ven así como dragones todos raros porque aunque en aquel entonces había leones en ciertas partes de China, más eran los lugares donde no sabían que carajos era un león. Así que a base de cuentos, leyendas, historias, así como jugando telefonito de oreja a oreja llegaba el cuento a los escultores. Y así estos manes en base a eso se tiraban su obra de arte bien Chic y Shuan.
Acto seguido, seguíamos caminando y ¡TADAAAAAAAAAAAM! entra uno al BIG BOSS MADAFOCA SALÓN DE LA SUPREMA ARMONÍA.
Hambre y Sueño tienen los otros salones, ¡HAMBRE Y SUEÑO!
El Salón de la Suprema Demencia es el Big Boss en La Ciudad Prohibida. Su Santidad, El que más mea, The Big Kahuna. Es la atracción principal de este lugar. Básicamente porque, como diría mi ex, es enorme (ella hablaba de mi ego, no sean mal pensados. Esas mentes suyas).
Era en este lugar donde los emperadores de las dinastías Ming y Qing llevaban acabo sus ceremonias de boda y también las ceremonias en las que recibían el trono y todos los aplaudían y vaina. Por lo cual asumimos que luego se armaba la grande aquí con Samy y Sandra, Kafú, Osvaldo Ayala y todo ese combo. Como parranda de año nuevo. Quizás por eso el tamañote que tenía este lugar.
Es una de las estructuras de madera más grandes que hay en China. Y no hay termita con suficiente hambre o una familia tan grande como para comérsela completa. Se alza unos 30 metros sobre el nivel del suelo de la ciudad. Y esto es lo que le da su flow supremo y de caché. Así tiempo de «I´m da best y tú me envidias y vaina,» a lo Kanye West.
Fue construido en 1406 por la dinastía Ming, y luego los chavos del 8 de la dinastía Qing dejaron que se quemara unas 7 veces (bárbaros) y al final fue reconstruida por última vez de 1695 a 1697.
De allí nos dio hambre y comimos unos esquimopaes con pifia que tenían pifia adentro de la pifia. No tomamos foto, pero eran una yeyesada. Al recobrar las energías pasamos entonces al Salón de la Cultivación Mental.
Barrio Chino
Este lugar sirvió por mucho tiempo como la sede de algunos emperadores, en especial los de la dinastía Qing. Se discutían estrategias, cosas políticas, asuntos personales, algunos mensajes al corazón, serenatas y también mataron a 3 emperadores. Bien romántico todo.
Seguíamos caminando y nos seguíamos sorprendiendo con más lugares que no eran tan grandes como los anteriores, pero tenían un no se qué y un no sé como que nos mantenía atados y nos impedía irnos.
Nuestra Siguiente Parada fue El Jardín Imperial:
Mother of Pagodas.
Señores, El Jardín Imperial es el lugar más chill de todos y posiblemente uno de los lugares más chill en los que he estado en mi vida. Es un parque con bastante vegetación y parking places para la people que quiere tomar un break después de tanta caminata. Había mucha gente en el spot y aún así uno tenía espacio suficiente para chilear y admirar su belleza. Así que en vez de seguir hablándo penca y penca, mejor les muestro un par de fotos de este espacio de paz y zandunga. Con sus respectivos nombres…o al menos los que yo les puse pue.
Sweet Spot donde los chinos te miran duro y sin maricoteo.
Esta montaña tenía un nombre pritty que se me olvidó, pero tiraba agüita así que le pusimos «La Montaña que Mea».
Dragón en la Cúpula de la Pagoda. También medio que me jodí el cuello tomando la foto, así que si pueden apreciar el esfuerzo se los agradecería. Sino pues…que malos 🙁
Spot con lago dónde asumimos jugaban dominó chino o alguno de esos juegos de mesa que se inventaron. El lago tenía peces dorados, pero no les caí bien y no les pude tomar fotos.
Y después de chillear nos decidimos a seguir caminando, pero a la salida porque ya los pies no daban para más. Y así terminó nuestro día en La Ciudad Prohibida, la que fue casa de los emperadores por muchísimo tiempo. Quedamos con ganas de volver y vamos a volver. Somos geeks y bien ñoños, así que este tipo de cosas nos emocionan. Sobretodo porque al salir del palacio es cuando más notamos el grandioso lago que rodea el lugar. Lo que nos transporta a otra época y a cuentos de hadas y todo ese relajo. Cuentos donde el castillo era rodeado por un lago gigante que había que pasar para entrar a donde estaban las personas más poderosas. Y la vista es Brutal.
OMAIGA!
Nos fuimos, pero vamos a volver. La Ciudad Prohibida lo merece. Saludos y esperen más entregas desde China para El Gallinazo y Herag TV.
Blesss!
