Ayer fue trending y rompedera al director del IDAAN Juan Felipe De La Iglesia porque la Diputada Ana Matilde Gómez le refrescó la variedad de formas en que se pierde o mal utiliza el agua potable de nuestro país. Todas las redes se calentaron de indignación con el asunto de los marginales. Pero luego con el video de Luis Casis indignándose y restregándole al director del IDAAN su propuesta de comprar todas las piscinas de DoIt Center de a 75 balboas y regalarlas para que todo el que pueda las llene de agua pensé…¿Tendrán idea de la situación de la escasez del agua actual?
No defiendo al funcionario, sino que su problema fue agarrar al perro más flaco para ahorcarlo en su pensamiento clasista, sobre el problema del ahorro del agua y sus datos poco seguros sobre el consumo de agua en Panamá me hace pensar en otro problema del agua del que imaginamos tampoco entiende o sabe, el de la escasez de agua a nivel mundial.
El agua no debe ser un bien común, debe privatizarse, lo dijo el CEO de Nestlé
El mundo ya está dentro de aquella realidad vaticinada décadas atrás sobre la escasez del agua. El CEO de Nestlé Suiza propuso años atrás privatizar el agua en el planeta, no permitiéndola como un bien de consumo, sino como un mineral más, o sea que su valor sería igual de fuerte como el del cobre o el hierro. Parecía una locura, pero su aparente cinismo tenía algo de razón fatalista.
Ya esta empezando a verse en las noticias la alarma de la escasez del agua en diferentes ciudades alrededor del mundo. Actualmente una tercera parte de los habitantes del planeta vive en “estrés hídrico”; es decir, el líquido se agota y su uso comienza a ser limitado. El cambio en las precipitaciones lluviosas inunda unas áreas del mundo y su carencia empobrece otras creandose zonas desérticas que avanzan cada año rompiendo ecosistemas y erosionando grandes extensiones. Veamos en este artículo como en estos momentos varias grandes ciudades en el mundo ya se están afectándose por la escasez del agua.
Ciudad del Cabo, Sudáfrica
Es una ciudad con 6 millones de habitantes que a pesar de llevar controles para evitar desperdiciar el agua cada vez está más cerca del punto cero, o sea la absoluta falta de agua. Ante una sequía de tres años los sistemas de tuberías han sido clausurados y el agua no sale de los grifos. Las represas de las que se obtenía el agua dejaron de abastecer efectivamente la ciudad desde 2014, año en que empezó la interminable seguía que golpea su territorio ya que es la región más susceptible al cambio climatico en el continente.
Los troncos de los árboles antes sumergidos son visibles en la presa Theewaterskloof en Villiersdorp, Sudáfrica.
El agua es distribuida a la población en 200 puntos de forma ralentizada, buscando mantener este ritmo de abastecimiento sin decaer. Se están buscando soluciones como disponer de un método de desalinizar agua para convertirla en potable. De llegar al punto de crisis, Ciudad del cabo se está preparando para la alerta y replegar su fuerza policial por toda la ciudad en caso de la población perder el control por la necesidad de agua que está pronosticada a acabarse el próximo mes, Abril de 2018.
Brasilia, São Paulo, Brasil
Represa Paiva Castro afectada por la sequía
El sistema de Cantareira es una red de represas que suplen a São Paulo del suministro pluvial. Esta red de abastecimiento ha bajado un 6% de su capacidad debido a la escasez de precipitaciones de lluvia desde 2014. Estas reservas rayan por debajo de 1/4 de su capacidad cayendo al 40% en un año. El problema se acentúa también porque las afluentes de los alrededores presentan contaminación siendo difícil su potabilización. Brasilia, por ejemplo, declaró estado de emergencia hace un año y los expertos han dicho que la falta de agua en Brasil, que ha afectado a más de 800 municipios en todo el país, se debe al cambio climático, la rápida expansión de la agricultura, problemas de infraestructura y falta de planeación.
Ciudad de México
La escasez de agua no es nada nuevo para muchos de los 21 millones de habitantes en la Ciudad de México. Uno de cada cinco reciben apenas unas horas de agua del grifo y 20% tienen agua corriente durante sólo parte del día. La ciudad importa hasta 40% de su agua de fuentes distantes pero no cuenta con la infraestructura para el reciclaje de agua desperdiciada. La pérdida de agua debido a problemas en el sistema de tuberías se estima en 40%. Algunas ciudades como Monterrey podrían ser víctimas del mismo mal que aqueja a la Ciudad de México, ante el crecimiento poblacional.
Véase los extractores de agua intentando succionar el ya bajo nivel de agua del río.
La Ciudad de México se está hundiendo debido a la cantidad de agua extraída de debajo de sus cimientos. Una de las ciudades más grandes y pobladas del mundo, México, D.F. fue una fértil tierra de lagos. Sin embargo, en los últimos 500 años, los lagos han sido drenados y los bosques de los alrededores han sido talados. México es el quinto país con deforestación severa en el mundo. Mientras la ciudad crecía, el problema del agua se magnificaba. Hay rumores de privatizar el agua, algo que se viene dando parcialmente en algunos distritos. El problema del acceso al agua es un asunto en parte de clases, hay ciudades en las que el agua es provilegiada, mientras en otras el problema es perpetuo. Se estima que para 2040 México será uno de los países que sufrirá mayor escasez de agua.
Miami
El estado de Florida se encuentra entre los más lluviosos en EE.UU. Sin embargo, en su ciudad más famosa, Miami, se está gestando un problema. El agua del océano Atlántico ha contaminado el acuífero de Vizcaya, la principal fuente de agua dulce de la ciudad. Aunque el problema se detectó en los años 30 del siglo pasado, el agua salada todavía se filtra, particularmente porque en esa ciudad estadounidense el nivel del mar está subiendo más de lo esperado.
Otras ciudades como Londres dependen totalmente de las aguas pluviales y del río Thames mientras la población crece, las viejas tuberías hacen ineficiente el flujo de agua y aún no se ha propuesto a la población un sistema de reciclaje del agua. El agua puede escasear alrededor de 2025, o sea ya. Beijing en China dejó de adquirir agua potable de su segunda fuente pluvial desde 1997 debido a su contaminación industrial.
El agua potable actual depende de represas en dos ríos, Miyun and Huairou. Aún así toda China tiene el 21% de la población mundial y sólo el 6% de su agua es fresca. Ultimamente en el norte de China no llueve como lo hacía hace 100 años y el agua que se aprovecha en el suroeste y sur de China proviene del Tibet y está escaseando. En el Cairo, Egipto el famoso río Nilo es aprovechado un 80% en la industria y la agricultura y el agua potable en menor porcentaje. Su contaminación es tal que ya se ha sugerido clorar los desperdicos orgánicos antes de que lleguen al cauce del Nilo. Otras ciudades como Tokio en Japón depende de la lluvia exclusivamente, en Turquía la crisis está empezando. El resto de oriente conoc de la escasez del agua siemprey por norma general, además de otras regiones en el África.
A pesar de que el agua cubre el 70% de la superficie de la Tierra, el agua dulce no es tan abundante como se piensa: sólo representa 3%. América Latina cuenta con una tercera parte del agua dulce del planeta. La razón del mal de la escasez tiene que ver con el déficit de infraestructura, capital humano, institucional, financiero y de gobernabilidad de los países, que lleva a situaciones de escasez, más allá de la presencia del recurso.
Según las proyecciones de expertos respaldados por la ONU, la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en 40%, para el año 2030, gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico. En Panamá el problema es agudizado por factores totalmente humanos, y los gobiernos y la planificación son parte del problema. Los recursos pluviales, como la generación de energía a partir de las cuencas de ríos o el uso del agua potable de los ríos son otro factor que se añade a la futura problemática donde importa la protección y disposición de las afluentes de agua potable.
Evidentemente, hacer que el agua esté donde más se necesita tiene un costo. Se calcula que para cubrir la demanda de infraestructura hídrica en América Latina es necesario invertir el 0,3% del PIB hasta 2030, unos niveles de inversión que no se han cumplido hasta la fecha. Pero teniendo en cuenta que el costo de la mala calidad del agua representa entre el 1 y 2% del PIB, este esfuerzo tiene una relación coste-beneficio muy favorable.